Las agresiones de un matrimonio y de un cura jubilado, cometidas en O Barco y A Rúa, fueron realizadas por dos peersonas. En esta dirección progresa la investigación que desarrolla la Policía Judicial de la Guardia Civil ruesa. Mientras, la pareja de barquenses asaltados en su piso este jueves continúa hospitalizada en estado muy grave, especialmente el marido, de quien se teme por su vida.
La investigación da casi por descartado que el vecino de Robledo (Carballeda) Joaquín Boadillo Núñez, que ingresó en prisión tras atracar a un matrimonio de O Barco, sea el autor del asalto que sufrió un cura jubilado en su piso de A Rúa. A pesar de las coincidencias existentes entre los dos asaltos, su acento y su físico no coinciden, por lo que se mantiene la orden de búsqueda y captura del sospechoso de atacar al rues Amadeo Blanco Rodríguez.
A su vez, la familia de las víctimas del asalto sigue con preocupación la evolución de sus lesiones. Luzdivina Núñez Blanco, de 81 años, continuaba ayer ingresada en el Hospital comarcal Valdeorras, mientras que su marido, José Anta Blanco, de 83 años, se encuentra en un estado de extrema gravedad. Su familia ofreció la foto anexa para mostrar el alcance del ataque. El matrimonio fue agredido el pasado jueves, cuando se encontraba en casa. La mujer abrió la puerta al imputado, tras confundirlo con el matrimonio de fontaneros que estos días trabaja en el edificio. Ellos fueron los que consiguieron desarmar al agresor y retenerle el tiempo suficiente para que la Policía Local y, posteriormente, la Guardia Civil procediesen a su detención.
Las víctimas fueron agredidas con una navaja, utilizada para provocaron numerosos cortes en la cara y el cuello, algunos de ellos de cierta profundidad. Este ataque tenía como finalidad el robo, aunque la entrega del dinero y de las joyas que guardaba en casa, no libró al matrimonio de ser herido con el arma blanca.
A su vez, la familia de las víctimas del asalto sigue con preocupación la evolución de sus lesiones. Luzdivina Núñez Blanco, de 81 años, continuaba ayer ingresada en el Hospital comarcal Valdeorras, mientras que su marido, José Anta Blanco, de 83 años, se encuentra en un estado de extrema gravedad. Su familia ofreció la foto anexa para mostrar el alcance del ataque. El matrimonio fue agredido el pasado jueves, cuando se encontraba en casa. La mujer abrió la puerta al imputado, tras confundirlo con el matrimonio de fontaneros que estos días trabaja en el edificio. Ellos fueron los que consiguieron desarmar al agresor y retenerle el tiempo suficiente para que la Policía Local y, posteriormente, la Guardia Civil procediesen a su detención.
Las víctimas fueron agredidas con una navaja, utilizada para provocaron numerosos cortes en la cara y el cuello, algunos de ellos de cierta profundidad. Este ataque tenía como finalidad el robo, aunque la entrega del dinero y de las joyas que guardaba en casa, no libró al matrimonio de ser herido con el arma blanca.
