O Barco atendió a 385 refugiados en cinco años

Sede barquense de Cruz Roja. (J.C.)
photo_camera Sede barquense de Cruz Roja. (J.C.)
Los ayudó Cruz Roja, siendo la mayoría de ellos afganos y venezolanos

Las crisis de refugiados como la provocada por la invasión rusa de Ucrania no son desconocidas en O Barco. En esta villa, la delegación de Cruz Roja los comenzó a recibir en 2017. Entre ese año y 2021 fueron 385 los atendidos en la villa.  Actualmente, la ONG presta apoyo a 29 personas en Valdeorras.

 

Los países de los que proceden la mayoría de los refugiados que llegan a Valdeorras son dos: Afganistán y Venezuela. A su vez, la distribución por sexo está muy equilibrada, repartiéndose a partes iguales hombres y mujeres.

Cruz Roja reparte la atención a estas personas en dos fases, que no pueden superar los 18 meses. Solo en situaciones excepcionales de alta vulnerabilidad, como personas torturadas, el apoyo de la ONG puede ampliarse a 24 meses. Juan Redondo, responsable de Asilo y Migraciones de Cruz Roja en Galicia explicó el programa de atención a personas solicitantes de asilo o protección internacional.

Precisamente, obtener la protección internacional (la obtención de asilo) permite al refugiado cambiar de fase. En su etapa inicial, Cruz Roja pone a su disposición pisos alquilados y los medios de vida básicos, además de un conjunto de servicios orientados a favorecer su integración. Estamos hablando de la atención psicológica, la asistencia legal, la enseñanza del idioma y diferentes talleres, como los de género o de primeros auxilios. “Son herramientas para que sean más autónomos y vayan integrándose”. En todo caso, en la ONG diseñan un itinerario personalizado, adaptado a cada persona y un tratatamiento específico para cada hijo.

La segunda fase fue enfocada para preparar al asilado para una vida autónoma. En este periodo, dispone de los mismos servicios que en los meses anteriores, si bien, ahora dirigidos a procurar la consecución de un empleo. Conseguido el trabajo, ya están listos para abandonar el programa.

Los refugiados pueden trabajar y participar en el programa, pero entonces sus ingresos se descontarán de la ayuda. O Barco y la ciudad de Ourense son los únicos puntos de la provincia donde se desarrolla el programa. “En O Barco hay trabajo, pero no es una gran ciudad”, subrayó Juan Redondo.

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