O Barco acoge la mitad de los refugiados de Ourense

Instalaciones de Cruz Roja Valdeorras, en la Casa Río Cigüeño de O Barco.
photo_camera Instalaciones de Cruz Roja Valdeorras, en la Casa Río Cigüeño de O Barco.
Cruz Roja atendió a 182 personas del programa estatal durante el 2020

Más de la mitad de los refugiados que acoge Cruz Roja Ourense, pertenecientes al programa estatal de Acogida e Integración de Personas Solicitantes de Protección Internacional, son recibidos en la villa barquense, siendo acogidos en la ciudad ourensana los demás. Un total de 24 de las 42 plazas que el citado programa -dependiente del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones- creó en la provincia están en la comarca de Valdeorras.

En Cruz Roja Ourense, María Martínez Nóvoa se ocupa de coordinar el citado programa de refugiados, que ayudó a 182 personas a lo largo del año 2020. En la gran mayoría de los casos se trató de familias que abandonaron sus países por diferentes razones. Esta circunstancia permite que el número de adultos sea muy similar al de niños. Las familias de refugiados llegan a la provincia derivados por el Ministerio y proceden de muy distintos países: Siria, Ucrania, Georgia o Venezuela, entre otros lugares de origen.

Los difíciles tiempos de la crisis sanitaria del covid-19 están afectando seriamente a este colectivo. Lo explicó María Martínez, quien comentó que solo el mero hecho de tener que dejar su país de origen por otro, con una forma de vida y una cultura diferentes, ya supone un cambio muy radical para todos ellos.

"No salen del país sin haberlo meditado", apuntó la responsable ourensana del programa. Este cambio de costumbres supone una variación radical que también les "afecta a nivel personal". Ademas, si a las diferencias culturales del país de acogida se le añaden las restricciones derivadas de la pandemia, el panorama se les complica aun más.

Las etapas de confinamiento, que dificultan la movilidad de todas las personas, no hacen sino entorpecer su integración en el lugar de acogida, que es el fin que persigue el programa que desarrollan Cruz Roja y el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. "Les afecta y condiciona en su autonomía. Ellos demandan ayuda para conseguirla", comentó María Martínez.

Esta autonomía la consiguen después de superar las dos fases en las que se reparte la intervención de Cruz Roja: una primera de seis meses de duración y la segunda, que se prolonga a lo largo de otros 12 meses. Hay que recordar que la delegación valdeorresa de Cruz Roja se incorporó al programa estatal de acogida de refugiados en el año 2016, sumándose un año después la ciudad de Ourense.

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