Este lunes se vino finalmente abajo la casa que linda con la de Alfonso Quiroga, vecino de O Castro (O Barco de Valdeorras) que reclamó en sucesivas ocasiones la demolición de la edificación en ruinas que colinda con la suya: este asunto había llegado a plantearse incluso en el pleno municipal.
Ahora las vigas que quedan en pie de la ruinosa vivienda abandonada amenazan con derribar la pared medianera de su vivienda, que da a la cocina y el comedor.
A causa del derrumbe, el matrimonio tuvo que abandonar su vivienda de la villa de O Castro y pasar la noche en casa de su hijo. Desde el Concello apuntaron que en las próximas horas se retirarán las piedras que cierran la calle y que los dueños de las ruinas son desconocidos, lo que impidió la demolición, tal y como hace meses ordenó el Valedor do Pobo.
En la villa de O Castro
Las declaraciones de Alfonso Quiroga aparecieron en las páginas de La Región de este martes. Solicitaba una intervención urgente al Concello de O Barco de Valdeorras para poner fin a las deficiencias de la vivienda colindante en ruinas que amenaza la estructura de la suya; y reconocía, sobre él y su familia, que "vivimos con miedo".
El deterioro de esta estructura comenzó en 2009, al quedar abandonada la vivienda, y en las últimas jornadas el deterioro avanzó a pasos agigantados, a pesar de que llegara a intervenir personal del propio Concello de O Barco de Valdeorras.
El problema de esta familia ya había sido trasladado por el concejal de Riada Cidadá Félix García Yáñez al Concello barquense en varias ocasiones. “Queren tirarme a casa abaixo?”, se preguntaba un Alfonso Quiroga cansado de la situación que atraviesa su familia, que convive con el peligro constante de una vivienda ruinosa que puede dañar a la suya en cualquier momento.
