Aportó mil litros de gasoil para la calefacción, que el colegio no podía comprar por falta de presupuesto

El Concello de O Bolo evita que los escolares pasen frío

Interior del recinto escolar del colegio público de O Bolo. (Foto: ARCHIVO)
Después de pasar frío durante buena parte del invierno, la colaboración del Concello de O Bolo permitió que los escolares y profesores de su colegio público permanezcan en sus clases sin llevar puesta la ropa de abrigo.
Las limitaciones presupuestarias del centro educativo, 8.000 euros para todo los gastos anuales, obligaron a la dirección a tomar la difícil decisión de encender la calefacción únicamente tres horas al día: de 9,30 a 12,30 horas. 'O presuposto é por alumno e non por metro calefactado', explicó el director, Emilio González López. La Consellería de Cultura, Educación e Ordenación matizó que hay otros factores, como la superficie, que también toma en consideración al calcular los gastos de los colegios y que se añaden a una cuantía fija para todos, según dijo su Gabinete de Comunicación.

Esta semana, con la llegada de 1.000 litros de gasoil que compró el Concello para el colegio desapareció el frío. Ayer, el director calculaba que ese combustible permitirá terminar el invierno sin nuevas restricciones. Emilio González agradeció el gesto del equipo de gobierno que dirige Manuel Corzo Macías. 'Os pais pedíronnos cartos pois o presuposto fixado pola Consellería para o colexio non chegaba e mandámoslle 1.000 litros de gasoil. Non houbo ningún problema', explicó el alcalde popular.

La dirección del colegio no solo se ve obligada a hacer malabarismos con un presupuesto muy limitado, sino que las características de la construcción también son un auténtico quebradero de cabeza para el equipo directivo.

Construido hace más de tres décadas para más de 200 alumnos, según recordó el alcalde, el alumnado de este curso se reduce a 27 escolares de Primaria e Infantil. De sus 14 clases, únicamente utilizan regularmente cuatro, permaneciendo vacías las restantes. Ante esta situación, la Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria levantó tabiques donde no los había. Buscaba aislar el espacio sobre el que se mueven los escolares y reducir así el consumo de la calefacción. Sin embargo,la medida no fue demasiado efectiva. El sistema de calor está muy anticuado e impide cerrar el circuito en las zonas del centro que fueron cerradas. 'A calefacción vai por todo o colexio', explicó el director, Emilio González.

La Consellería también es consciente de los condicionantes que suponen los centros educativas de antes. 'O seu sistema de aillamento non é igual que o dos colexios de agora', explicó.

El alcalde de O Bolo, Manuel Corzo, mostró su disposición a colaborar en la resolución del problema de la calefacción, pero también de todas aquellas otras dificultades que puedan surgir. El regidor tiene claro que el futuro del Concello pasa en buena medida por conseguir que el centro siga abierto.

Una prueba de esta apuesta por el colegio público es el requisito que comenzó a exigir en 2014 a aquellas familias que solicitan las ayudas a la natalidad. Si antes, las entregaba al poco de nacer el bebé, a partir de este año el Concello esperará a que los niños estén matriculados. Con esta medida intenta evitar que los padres lleven a sus hijos a estudiar a otros centros educativos después de cobrar los cheques. Sus cuantías oscilan entre los 542 euros del primer hijo hasta los 901 euros del tercero.

Te puede interesar