Vilamartín

Los contadores para el agua obligatorios de Vilamartín generan polémica

San Miguel de Outeiro es uno de los pueblos que deberán decidir si asumen la gestión.
photo_camera San Miguel de Outeiro es uno de los pueblos que deberán decidir si asumen la gestión.
El pago del agua consumida en los pueblos del Concello de Vilamartín divide a los vecinos

El pago del agua que consumen los pueblos de Vilamartín enfrenta a los vecinos. A mediados de mes, el Concello inició una campaña de consultas vecinales en los pueblos para preguntar si preferían llevar la gestión de la traída o si optaban por dejarla en manos municipales. Fueron muchos los que defendieron que continuase ocupándose el propio Concello, aunque su opinión es bien distinta a la hora de aceptar una tasa que rechazan.

Ante estas quejas, el alcalde, Enrique Álvarez Barreiro, afirmó que la instalación de contadores es obligatoria y que es exigida por la Ley. Recordó que, en estos momentos, los vecinos de Arcos, Valdegodos y Vilamartín ya pagan por el consumo de agua, y consideró que sería “un agravio” para ellos la exención del pago de los recibos a los otros pueblos.

Los planes municipales no contemplan liberar a determinados vecinos de la obligación de instalar contadores, y no sólo por el mero hecho de cobrar un recibo, también influye en esta decisión la necesidad de buscar un uso racional del agua. “Non se pode consumir o auga que un queira”, comentó.

El regidor recordó que los pueblos de Córgomo, Portela y Baxeles gestionan por su cuenta el agua que consumen, lo que no evita a sus vecinos el pago de recibos para afrontar los gastos de funcionamiento del servicio.

“Non acaban de entender que o teñen que facer”, dijo Enrique Álvarez, refiriéndose a aquellos vecinos que se niegan a aceptar la instalación de contadores. En esta negativa también influyen casos como los de personas que tienen instalados varios grifos en sus propiedades y que ahora deberían poner un aparato en cada uno de ellos.

Los técnicos municipales elaboraron un programa de visitas a los pueblos de Penouta, Cernego, O Robledo, San Miguel de Outeiro, O Mazo, Barrio de Santiago y Correxais, debiendo acudir los vecinos con el DNI y el recibo del IBI para identificar sus viviendas para la regularización del padrón de abastecimiento. De no hacerlo, el Concello advierte de que se cortará el suministro de agua.

Los planes municipales contemplan iniciar el control del consumo, nada más conseguir que de los grifos de las casas salga agua en condiciones idóneas para el consumo. Enrique Álvarez es consciente de que la cloración no siempre es suficiente, pues también hay traídas que arrastran lodos cuando llueve, un problema que obligará a montar depuradoras.

Un caso particular es el del Mazo, cuyos vecinos afirman que hace décadas permitieron el paso de las infraestructuras de la traída a cambio de que no se les cobrase el consumo del agua, un compromiso que deben demostrar documentalmente, al no localizar el Concello escrito alguno que lo recoja.

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