Los tejidos de este material serán usados en piezas de aviones, automóviles o trajes aislantes como los de los bomberos

Una fábrica de O Barco transformará la pizarra en fibra resistente al calor

Filamentos
El innovador proyecto de un empresario barquense aprovechará los residuos de pizarra para fabricar fibras muy resistentes al calor. Los tejidos confeccionados con el nuevo material podrán utilizarse para fabricar piezas de aviones, automóviles, trajes aislantes o de molinos eólicos.
En un futuro próximo, los aviones y coches también llevarán piezas elaboradas con pizarra, incluso los trajes de los bomberos podrán ser confeccionados con la roca que da vida a Valdeorras. Tras cinco años de gestiones, el empresario barquense Miguel Ángel González Fernández desveló los secretos de la fábrica que convertirá los residuos de pizarra en una fibra capaz de resistir temperaturas de hasta 900 grados. Con menos de 15 micras (una micra es una millonésima parte de un metro) de diámetro, con estos hilos se elaborarán tejidos ligeros, maleables y aislantes. Además, se usarán en la fabricación de 'composites', material que empleado en los molinos eólicos.

Las fibras minerales son elaboradas con carbono, vidrio, basalto o aramida. Los filamentos producidos con una mezcla basada en la pizarra le confieren un carácter innovador al proyecto, sitúandolo en el terreno de la ciencia ficción. Nada más lejos de la realidad. Después de gastar unos 300.000 euros en las gestiones previas, Miguel Ángel González pretende que 'Mifibra', nombre de la industria, comience a producir 'fibermic' en marzo de 2011. Con tres millones de euros de presupuesto creará 20 empleos. Incluso tiene página web: 'mifibra.es'.

Su apertura pondrá fin a un camino iniciado cuando este industrial se planteó reciclar los residuos de pizarra generados en empresas como la que fundó su familia: 'Rozadais'. Hace un lustro, la compra de esta pizarrera por Cupa Group, le permitió dedicarse a su proyecto.

'Eu quería buscar un valor engadido aos residuos, pois desperdiciase moita pizarra', explicó. A partir de ese momento, internet se convirtió en su principal medio de trabajo. La red de redes le permitió contactar con Francisco Guitián Rivera, director del Instituto de Cerámica de Galicia, del departamento de Edafoloxía de la Universidade de Santiago, quien confirmó las cualidades de la pizarra.

El siguiente reto fue localizar la tecnología para fabricar los filamentos de pizarra. La encontró en Bucha-Kiev (Ukrania), en el Instituto para la Investigación de Fibras, Minerales y Vitroplásticos. Su director se volcó en un proyecto que, en estos momentos, espera por la maquinaria encargada en Ukrania, Alemania y España.


SE CIERRA UN CÍRCULO

Miguel Ángel González, de 48 años, explica que lleva 'toda a vida falando do escombro'. Su proxecto cierra el círculo iniciado con la extracción de la pizarra. Aunque llevó en solitario las gestiones de la industria, agradece el apoyo de su familia y en particular de su padre, Ventura González.

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