Las mázcaras y fulións recorrieron Manzaneda

Las calles de Manzaneda vibraron un año más con el desfile del tradicional Fulión, declarado fiesta de interés turístico nacional. Durante la mañana, las danzas de las mázcaras, figuras creadas con cintas de mil colores, captaron la atención del numeroso público que acudió al día grande del carnaval en el Concello.
Las danzas de las mázcaras fueron acompañadas en todo momento por el tronar de los bombos de los fulións. En esta ocasión, la cita de Manzaneda reunió a ocho, cuatro de ellos procedentes de Trives, uno de Vilariño de Conso y tres del Concello anfitrión.

Una vez finalizado el tradicional desfile, mázcaras y fulións, junto a sus acompañantes y forasteros, se reunieron en el polideportivo municipal. Sobre su parqué se desarrolló la comida popular, con un menú formado por chorizo cocido, empanada y carne 'ao caldeiro'.

El buen tiempo registrado durante toda la jornada aumentó el colorido y vistosidad de los trajes y disfraces que se sumaron a este carnaval tradicional.
Por la tarde, la caravana del Entroido se desplazó hasta Trives, A Rúa y O Barco. Las calles más céntricas de las tres villas fueron invadidas por una multitud multicolor, dispuesta a agotar todos los medios a su alcance para divertirse.
En A Rúa, fueron 14 las comparsas que se echaron a la calle. A ellas se sumaron numerosas personas que optaron por disfrazarse en solitario o en grupos reducidos.

La comitiva de O Barco fue la última en salir. La encabezó el 'folión' de Carracedo (A Gudiña), que aportó los primeros sones del Entroido. Hubo más bombos y folións, pero sobre todo hubo comparsas y disfraces. De todo tipo y muy distintos colores.

Sobre el asfalto de la travesía de la N-536 barquense se movieron, bailaron y cantaron grupos de pitufos, pollos, mariposas y seres de todo tipo y condición. El multitudinario desfile tardó hora y media en llegar a la Praza Maior.n

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