Los beneficios del teatro trascienden el ámbito cultural. Así lo atestigua la labor que desarrolla la asociación de familiares y enfermos mentales Morea, en O Barco. Su grupo teatral viajará a Vigo la semana próxima para representar 'Spaguetti Western'. La obra le valió el premio nacional Igual Arte, que concede la fundación de este mismo nombre en la categoría referida a las artes escénicas. Mañana, viernes, los valdeorreses podrán verla en el Teatro Lauro Olmo de O Barco, a las 20,00 horas. La representación fue incluida en el programa de actos del décimo aniversario del colectivo barquense.
Dejando a un lado los laureles conseguidos con su última creación, los beneficios que reportó el teatro al grupo formado en Morea son más que importantes. 'Permite expresar los sentimientos o quitar el miedo a las relaciones sociales', explicó Nuria Fernández González, psicóloga y directora de la delegación barquense del colectivo. Amparo Rodríguez de Dios está al frente de una sección teatral creada en 2010. Desde esta privilegiada posición resumió las mejoras logradas por los nuevos actores. 'Su evolución es positiva en la expresión, movimiento, motivación, memoria o implicación', comentó De Dios.
Los 15 actores del grupo de teatro de Morea comenzaron sin memorizar el guión. Lo leían sobre el escenario. Ahora, ya no necesitan recurrir a las chuletas.
Todos los años, el grupo se marca unos objetivos, que para 2013 son la mejora de la expresión y del movimiento, según explicó Amparo Rodríguez. Una vez conseguidos, siguen vigentes el año siguiente, pero se añaden otros. El establecimiento de estos retos no desaniman a los actores. Todo lo contrario, el grupo de teatro es la actividad de la asociación que tiene más inscritos. 'Es muy motivante que te aplaudan', comentó la responsable de la sección teatral.
El grupo se reúne normalmente los miércoles en la Casa Grande de Viloira para ensayar. Ayer fue una excepción. La representación de mañana les llevó a cambiar de escenario y subirse al del Teatro Lauro Olmo.
Los espectáculos del grupo de teatro de Morea no sólo fueron representados en O Barco, sus actores también estuvieron en A Rúa o Ferrol. En su preparación colaboran varios voluntarios, según explicó Nuria Fernández.
La directora explicó que la asociación también formó un equipo de fútbol sala y organiza salidas o cursos, como los de pilates o lima-lama, un arte marcial peculiar. Además, desarrolla actividades físicas, de rehabilitación, manualidades, enmarcación o comercio justo. Todo esto tiene su coste y la dirección se ve obligada a hacer malabarismos para financiar todas estas iniciativas con los menguados ingresos del colectivo, buena parte de ellos procedentes de subvenciones. La plantilla la forman tres personas, una de ellas contratada a media jornada, y es que los recursos económicos no dan para más.
Los 15 actores del grupo de teatro de Morea comenzaron sin memorizar el guión. Lo leían sobre el escenario. Ahora, ya no necesitan recurrir a las chuletas.
Todos los años, el grupo se marca unos objetivos, que para 2013 son la mejora de la expresión y del movimiento, según explicó Amparo Rodríguez. Una vez conseguidos, siguen vigentes el año siguiente, pero se añaden otros. El establecimiento de estos retos no desaniman a los actores. Todo lo contrario, el grupo de teatro es la actividad de la asociación que tiene más inscritos. 'Es muy motivante que te aplaudan', comentó la responsable de la sección teatral.
El grupo se reúne normalmente los miércoles en la Casa Grande de Viloira para ensayar. Ayer fue una excepción. La representación de mañana les llevó a cambiar de escenario y subirse al del Teatro Lauro Olmo.
Los espectáculos del grupo de teatro de Morea no sólo fueron representados en O Barco, sus actores también estuvieron en A Rúa o Ferrol. En su preparación colaboran varios voluntarios, según explicó Nuria Fernández.
La directora explicó que la asociación también formó un equipo de fútbol sala y organiza salidas o cursos, como los de pilates o lima-lama, un arte marcial peculiar. Además, desarrolla actividades físicas, de rehabilitación, manualidades, enmarcación o comercio justo. Todo esto tiene su coste y la dirección se ve obligada a hacer malabarismos para financiar todas estas iniciativas con los menguados ingresos del colectivo, buena parte de ellos procedentes de subvenciones. La plantilla la forman tres personas, una de ellas contratada a media jornada, y es que los recursos económicos no dan para más.
