El “parón” que la construcción sufrió a finales de 2008 en Francia castiga a las ventas de la roca

Las reformas de casas acaparan el mercado francés de la pizarra al caer la obra nueva

Palés de pizarra almacenados en una explotación de la cuenca pizarrera valdeorresa
Las obras de restauración de edificios, subvencionadas por el Estado francés, son las que “tiran” del sector de la pizarra, que tiene en el país vecino a su primer importador. La caída de la obra nueva a finales de año repercute ahora en las canteras.
El mercado francés es con mucho el principal importador de pizarra. Las estadísticas de las exportaciones de esta roca corroboran una y otra vez su lugar preeminente. Basta señalar que en 2008, de las 534.623 toneladas vendidas en el exterior, un total de 221.645 viajaron hacia Francia.

La crisis está castigando con dureza al sector de la construcción del país vecino, donde el número de visados de obra nueva se redujo en casi un 50% a finales del año pasado, según apuntaron fuentes próximas a la Asociación Galega de Pizarristas. Este descenso en el número de permisos no repercute inmediatamente en las ventas de pizarra. Incide aproximadamente ocho meses después, por lo que es en estos momentos cuando las pizarreras acusan con más virulencia el “parón” del país vecino. “O pior foi a final de ano. A repercusión chega agora á pizarra”, dijo un empresario.

Las constructoras están supliendo parcialmente este descenso con las obras de reforma de edificios, confirmando las previsiones de los pizarristas. Subvencionadas por el Gobierno francés, que rebajó el IVA desde el 19,6% hasta un 5,5%, las empresas del país vecino buscan refugio en esta actividad, de menor entidad que la obra nueva, para capear la crisis.

“É o que está tirando un pouco do sector. Coas vantaxes fiscais, os almacéns se volcan neste campo”, comentó un empresario pizarrista.


“Inseguridade nos pagos”

El empresariado de la pizarra no acierta a ver el final de la crisis. La unanimidad es total cuando se analiza el mercado nacional. En este ámbito, los pizarristas coinciden en reseñar su práctica paralización. “O nacional non hai por onde collelo, con moitísima inseguridade nos pagos”, comentaban fuentes próximas a la AGP. Las diferencias surgen cuando se abordan las previsiones para las exportaciones. “Existe unha mala percepción. A xente está pesimista e se limita a aguantar o chaparrón”, dijo un industrial, que seguidamente comentaba que el final de la mala racha tiene dividido al sector.

La dependencia de las exportaciones a países como Alemania o Francia, que podrían ver el final del túnel antes que España, podría favorecer que las canteras comiencen su recuperación antes que otros sectores. En este sentido, una parte de los productores estiman que la recuperación comenzará entrado el año 2010, aunque estos cálculos no son compartidos por todos.

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