REPORTAJE

Retorno a los juegos de ayer

Jugando a la billarda.
photo_camera Jugando a la billarda.

La residencia de ancianos de la Fundación San Rosendo, en A Rúa, se convirtió ayer en un patio de juegos. Sus usuarios recuperaron los juegos de su infancia y juventud, de la mano del programa Experiencia Activa

Los usuarios de la residencia de ancianos de la Fundación San Rosendo en A Rúa regresaron a los tiempos de su juventud en la mañana de ayer. El centro se convirtió por unas horas en un enorme recinto de juegos, donde pudo verse a personas de hasta 90 años divirtiéndose como niños. El sonido de las chapas al caer se confundió con el ruido de los aros, el de la peonza, las canicas de cristal, la billarda, la rana o los bolos, todo ello acompañado por las risas y aplausos de los usuarios.

El programa Experiencia Activa fue promovido por la Fundación San Rosendo y La Región, siendo su patrocinador Inditex. Su objetivo prioritario es difundir la experiencia adquirida durante las más de dos décadas de atención a personas mayores de la citada Fundación. Son tres los campos que abarca: sanitario, tercer sector y social, decidiéndose los responsables de la residencia de A Rúa por este último. Durante dos meses, el equipo de educadoras del centro recopiló información, fundamentalmente mediante entrevistas, aunque también con la ayuda del Centro de Cultura Popular Xoaquín Lorenzo, de la Diputación.

"Roubábamos os botóns ás camisas de papá para xogar á billarda", comentó Rosario Pérez Diéguez. Con una sonrisa añadió que lleva 68 años casada con el hombre que estaba sentado a su derecha: Jesús Feijóo Arias. "E querémonos con locura", apuntilló. Eso sí, ambos tienen aficiones muy distintas y el marido siempre prefirió el juego de las cartas. "Marchaba á unha do mediodía e non voltaba ata as catro da tarde", protestó Rosario.

El tradicional juego de las chapas, que consiste en arrojar dos piezas similares a las monedas al aire para que salgan caras o cruces, también tiene un especialista con larga experiencia en la residencia: Aurelio Rodríguez Peña. Explicó que en las partidas de este juego, que aún se practica en algunas comunidades autónomas como Castilla y León, se apostaba dinero. En su caso, Aurelio viajaba hasta O Barco para sumarse a los populares corros.

Otro juego tradicional que no hace demasiados años gozó de gran tradición en la zona, es el de los bolos. "Era ao que máis se xogaba", comentó Manuel Vidueira Jares.

"Notamos sobre todo ilusión. Lo más importante es que ven que tienes interés en aprender de ellos", explicó Isabel García Castro, directora de la residencia. Añadió que el proyecto persigue que los usuarios ganen en movilidad y que recuerden los años de su infancia. "Que no se limiten a estar sentados en una silla", añadió. También dijo que el centro pretende implicar a las familias. A su vez, Margarita Ríos Parada, miembro del equipo que recopiló los juegos practicados ayer en A Rúa, explicó que el programa también logró una mayor cooperación y estimulación entre los 70 usuarios.

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