La asociación Arela creó una casa de familia y un centro de día en O Barco. Cuidan a ocho y cinco niños, respectivamente, de familias con problemas de maltrato o pobreza. Ellos también tendrán sus regalos de Reyes.

Los Reyes del desprotegido

Dos de las tres monitoras guardan varios juguetes del nuevo centro de día de O Barco. (Foto: J.C.)
La magia de los Reyes Magos conseguirá que sus regalos lleguen a ocho niños de O Barco con problemas familiares. La mayoría de ellos debió mudarse a la casa de familia de la asociación Arela por culpa de los problemas de maltrato que sufrían. Aquí, la labor de los progenitores fue asumida por cinco educadoras, quienes se preocupan de que los menores disfruten de una infancia lo más parecida posible a la de cualquier otro.
En el último año, el piso de la asociación fue la vivienda de 15 niños. Ahora, sólo continúan ocho, pues dos de los restantes se reintegraron en sus familias de origen, un tercero fue recogido en adopción y los cuatro restantes fueron acogidos por familias próximas a ellos. La coordinadora de protección de Arela, Mayte Celeiro Mallo, explica que un objetivo de la casa de familia es lograr que los niños 'estén el mínimo tiempo posible'.

Durante su estancia, los pequeños realizan una vida normal, participando en las actividades infantiles que realiza el Concello y viviendo las fiestas navideñas como cualquier familia. 'Ellos saben que no somos su familia, que están en el piso de paso, pero intentamos que vivan la Navidad de la mejor manera posible', explicó Mayte Celeiro.

En días señalados, algunos regresan a sus casas, pero los que quedan celebran la Nochebuena y el Fin de Año por todo lo alto. Como todos los niños, aguardan con ilusión por el Día de Reyes, pues hasta aquí también llegan sus regalos, de los que hablarán largo y tendido en la vuelta al colegio.

El pasado mes de noviembre, la asociación Arela abrió un nuevo servicio en la villa, un centro de atención de día integral de ocho plazas, que ya comenzaron a utilizar cinco niños.

Acuden a él familias con pocos recursos o cuyos miembros sufren algún problema de falta de habilidades que les impide atender a los menores.

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