Monseñor Lorenzo descartó que el Obispado tenga que ver con su marcha, tal como dicen los fieles

Los vecinos de Pinza y Pixeiros, en el municipio de Viana, piden el regreso de su cura párroco

Un grupo de fieles de Viana pretende viajar a Astorga para solicitar el regreso del cura de Pixeiros y Pinza, cuya marcha causó una fuerte consternación. El obispo, Camilo Lorenzo, afirmó desconocer los motivos de su partida. Descartó las quejas vecinales, que atribuyen la marcha a supuestas desavenencias con el Obispado por no ingresar las cantidades de las misas. “Ningún cura tiene que entregar lo recaudado en misa”, dijo el obispo. Los vecinos creen que el cura comenzó a trabajar de chófer de autobús en Logroño.
Los vecinos de Viana lamentan la marcha del cura que atendía las parroquias de Pinza y Pixeiros. De sus labios sólo salen palabras de elogio para definir a Don Eduardo -Eduardo de la Fuente Velasco, según refleja la web de la Diócesis de Astorga-. “Era muy buena persona. Ahora, lo añoramos”, comentaba un vecino de Pinza, Manuel Romero. A su lado, Lidia Salgado, añade que es un cura “moderno”.

En Pixeiros, Sara Salgado asegura que al ser informada de la marcha del sacerdote “boteime a chorar”. Añade que no fue la única, pues “en todos os pobos o querían. A xente anda chorando porque nos quedamos sen cura”, dijo.
En los pueblos no quieren permanecer de brazos cruzados y pretenden reunirse con el obispo para plantear la reincorporación del cura a Viana.

Pero el obispo afirmó desconocer las razones de su marcha. “Lo sabrá él”, dijo Camilo Lorenzo. Añadió que “no me ofende que le apreciasen. Me alegra”, y pidió a los vianeses “que no hagan juicios. Que le pregunten a él por qué se marchó”.

La respuesta del obispo obedece a las quejas de los fieles de Viana, quienes atribuyen la marcha del cura a unas supuestas diferencias con el Obispado, las cuales obedecerían a la negativa del sacerdote a ingresar en las cuentas de Astorga las cantidades correspondientes a las misas. “Él non cobraba, dicía que botásemos ao cepillo a vontade”, comentó Lidia Salgado, que añadió que los donativos eran gastados en la iglesia del pueblo.

Monseñor Lorenzo rechazó estas críticas y aseguraba que “ningún cura tiene que entregar el dinero de misa”. También dijo haber oído que el cura se fue a La Rioja, lo que confirmaría los comentarios de los fieles, que aseguran que trabaja de chófer de autobuses en Logroño. Este diario intentó confirmar esta circunstancia con el sacerdote, sin lograrlo.


APORTACIONES

Una vecina de Viana indicó que los fieles deben entregar siete euros al Obispado por una misa.

En las parroquias de Pinza y Pixeiros aportaban “la voluntad”, que en algunos casos superaba los siete euros.

En algunos casos, los vecinos realizaban aportaciones conjuntas.

La falta de relevo obliga a oficiar misa al vicario general

La marcha del cura de Pixeiros y la posibilidad de que ahora trabaje de chófer de autobús, según apuntan los vecinos, apunta a su posible abandono del sacerdocio. Pero Camilo Lorenzo matiza que “nadie deja de ser cura”. Refiriéndose al párroco de Pixeiros, añadió que “dependerá de él que pida o no la secularización”.

En todo caso, para obtenerla es preciso solicitar permiso a la Santa Sede, según apuntó el Obispado, donde aclaran que son necesarios ciertos “trámites jurídicos” para lograrla.
La marcha del cura de Pinza y Pixeiros fue cubierta provisionalmente por un sacerdote de avanzada edad, en tanto no se incorpora un nuevo párroco.

Este problema se añade al reciente fallecimiento del cura párroco de Viana, José Manuel Domínguez Álvarez. La falta de sacerdotes obligó al Obispado de Astorga a enviar al vicario general de la Diócesis a oficiar la misa.

Camilo Lorenzo indicó que “hay que tratar que vaya alguien a Viana”. Pero es consciente de las dificultades de cubrir las dos bajas, que obligará a reestructurar el arciprestazgo. “Esas parroquias las tendrán que atender los curas que están ahí”, añadió.

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