El vivero empresarial de O Barco acusa el desinterés por emprender

Fachada del vivero de empresas de O Barco.
photo_camera Fachada del vivero de empresas de O Barco.
Únicamente cuatro de los ocho despachos del vivero de O Barco están ocupados o van a ser utilizados en breve

El vivero de empresas de O Barco está infrautilizado. Creado en 2012 por el Concello, dos sexenios después solo son aprovechados tres de sus ocho nidos o despachos. Queda mucho espacio desocupado, que desde el Consistorio se quiere corregir en un intento de fomentar la actividad emprendedora.

En estos momentos, los dos únicos espacios ocupados permitieron iniciar sus actividades a un entrenador personal y una empresa dedicada a la organización de eventos. Próximamente se incorporará una entidad centrada en trabajos administrativos. A estas entidades se les sumó recientemente la asociación Centro Comercial Aberto (CCA) O Barco.

A las incorporaciones previstas habría que añadir un par de solicitudes que el Concello desestimó por no reunir los requisitos establecidos. En ambos casos, las entidades peticionarias tenían más de un año de antigüedad, el periodo establecido como máximo en unas bases que fueron redactadas para favorecer el emprendimiento.

Desde que el vivero empresarial construido en la avenida de Galicia abrió sus puertas, hace ya 12 años, ocupó sus despachos una treintena de emprendedores. Muchos de ellos lo abandonarían al consolidarse sus negocios y necesitar más espacio. En todo caso, no son demasiados para una comarca como la valdeorresa, con una muy importante actividad económica.

Alba Rodríguez Sanmartín, concejala de Promoción Económica, Turismo, Comercio e Consumo, atribuye la baja ocupación a un desconocimiento del servicio. “Creo que la gente no lo conoce”, comentó en este sentido. Recordó que hace unos seis años llegó a colgar el cartel de “completo” y también que sus ocupantes “prosperaron y se les quedó pequeño”, por lo que buscaron nuevas ubicaciones. “La mayoría lo dejaron porque crecieron. Es una pena que vayan a estar vacíos cuatro nidos”, insistió.

Ayudas para gastos y pocos requisitos

Es difícil explicar la baja ocupación del vivero de empresas. Con un alquiler muy reducido y con los gastos de luz, agua e incluso Internet subvencionados, las condiciones son idóneas para que un emprendedor pueda poner en marcha su proyecto, pues las dependencias también cuentan con el mobiliario que necesitaría. Esta ayuda se presta en un concello donde los arrendamientos de oficinas están por las nubes. “El alquiler es casi simbólico”, comentó Alba Rodríguez. Por otra parte, los requisitos muy simples, como no haber transcurrido más de un año desde la creación de la sociedad y un periodo de ocupación de tres años, prorrogable o tener al día los pagos a la Seguridad Social y presentar una memoria de la actividad. El edificio posee, además de las oficinas, una sala de reuniones y un aula para la organización de cursillos.

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