VERANO

Aventuras que salen del papel

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photo_camera El verano es el momento perfecto para incentivar la lectura entre los más jóvenes.

En las vacaciones escolares, los más jóvenes tienen la posibilidad de dedicarle más tiempo 
a las actividades que les gustan, así como atreverse con nuevas opciones, como la de la lectura

Durante los meses de verano, los más pequeños disfrutan de tiempo libre suficiente para dedicárselo a sus aficiones y también, para probar nuevas actividades. La lectura, esa vieja conocida, puede ser una buena opción.


¿Cómo fomentar la lectura?


Noelia Pérez, profesora de edudación infantil, reconoce que lo más fácil es mantener el hábito durante todo el año. "En clase yo propongo una lista de cuentos a principio de curso y cada niño tiene que escoger dos", explica. "Los fines de semana se llevan otro libro, distinto cada vez, que les hace mucha ilusión", resalta. Cuando acaban cada ejemplar, les propone hacer dibujos o manualidades, algo "divertido" que incentiva su participación y motivación con la lectura. Pérez comenta que desde los centros se suele elaborar una lista de recomendaciones de su propia biblioteca para los meses estivales, algo que facilita la tarea de búsqueda. Además, hace hincapié en la importancia del "cómo le planteas tú el leer".

Por su parte, Nerea Costa, profesora de inglés en 1º de la ESO, reconoce que sus alumnos "non len libros" en su mayoría, "aínda que sempre existen excepcións", puntualiza. Ante esa "carencia", intenta abordar en sus clases la lectura desde otros ámbitos. "Eu pregúntolles cales son as películas ou series que lles gustan, e anímoos a que as vexan en inglés con subtítulos en español, algo que tamén axuda", argumenta. Además, Costa reflexiona sobre el papel de las redes sociales en la vida de los más jóvenes: "Hoxe en día quizais len moito máis do que parece, pero en Instagram ou Facebook. Algo positivo e negativo, porque de aí veñen tamén as faltas de ortografía".


El consumo de libros


Desde la libreríaEspacio Lector Nobel, Celia Fernández argumenta que sí se notan las vacaciones en la venta de libros infantiles y juveniles, más allá de los cuadernillos de actividades. "Non é como en Nadal, que a literatura xuvenil é un agasallo. En verán son eles mesmos os que veñen de forma voluntaria a buscar os seus libros favoritos", comenta. Entre los volúmenes más exitosos del momento, "El Diario de Greg", o "Zapatillas rojas".


Más actividades como la cocina, la actividad física o la horticultura


Además de la lectura, existen otras posibilidades de actividades saludables para los meses de verano entre los más pequeños. 

La cocina puede convertirse en una gran afición, sobre todo si se practica en familia. El niño descubrirá de esta forma el trabajo que hay detrás de los platos y puede encontrar nuevos alimentos y comidas que le gusten. Además, cocinar aumenta su independencia, hace que se sienta más útil en la unidad familiar y potencia su creatividad a la hora de elaborar nuevas recetas. Por otra parte, los jóvenes también pueden aprender a cultivar una huerta y preocuparse de sus propias plantas, lo que les enseña el resultado del trabajo y el esfuerzo. Diversos estudios coinciden en que estos hábitos ayudan a que la alimentación sea más variada y equilibrada, ya que conocen otra perspectiva de la cocina.

Los más aventureros también pueden disfrutar de una amplia oferta de deportes veraniegos, como el kayak, el senderismo o la vela, entre muchos otros. En la provincia existen diversas posibilidades, todas ellas en entornos naturales de lujo, como el parque náutico de Castrelo de Miño.n

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