El Camino Portugués, de moda

Uno de los tramos bien señalizados del Camino Portugués por la Costa, a su paso por Santa María de Oia, rumbo a Baiona, Nigrán y Vigo.
photo_camera Uno de los tramos bien señalizados del Camino Portugués por la Costa, a su paso por Santa María de Oia, rumbo a Baiona, Nigrán y Vigo.

Crece más que nunca el número de peregrinos que recorren la ruta costera de A Guarda a Vigo, hacia Santiago

El Camino Portugués de la Costa, y en particular la ruta que sale desde Oporto, es uno de los caminos más excepcionales ya que, de todos los existentes, sólo dos van por la costa: el otro es el Camino del Norte. Este tiene un gran atractivo por la cercanía al mar que mantiene durante todo el trayecto y las espectaculares vistas. Su itinerario comienza en A Guarda, continúa por Oia, Baiona y Nigrán y alcanza Vigo -con el recorrido todavía sin determinar- para seguir hasta Redondela, donde enlaza con el Camino Portugués del interior que continúa hacia Santiago.

Hasta no hace mucho era uno de los caminos más desconocidos pero el boca a boca, sobre todo a través de las redes sociales como Facebook o Twitter, están provocando que el número de personas que lo recorren se duplique cada año, justo cuando acaba de ser declarado oficial, igual que el Camino Francés. Así lo expresa Antonio Ferreira, hospitalero del albergue de A Guarda, que indica que  este año pernoctaron en estas instalaciones 950 personas, más del doble que en el mismo período del año pasado, y destaca que el 100 por ciento de los peregrinos que llegan al albergue de a Guarda muestran su sorpresa por las características de luminosidad, amplitud, higiene y comodidad que hacen de este un albergue único en su propia experiencia, ya que él mismo lleva recorridos 15 caminos a Santiago.

De esos 950 peregrinos que pernoctaron en el albergue guardés, más del 90 por ciento salieron desde Oporto, y la mayoría a pie. El segundo lugar del que más peregrinos partieron es Lisboa y el resto lo hicieron de otras 29 localidades diferentes, incluso desde Santiago o San Jean Pied de Port. En general estos últimos son extranjeros que cogen el vuelo para regresar a sus países desde  Oporto y aprovechan para hacer el Camino al revés.

Por el albergue pasan todo tipo de grupos. Viajan matrimonios, padres con hijos, abuelos y netos, familias enteras o incluso congregaciones religiosas como las que han venido de Madrid, Polonia o la que pasó hace tres días procedente de Eslovaquia. El número de hombres y mujeres es muy semejante y están casi en el 50 por ciento y en muchas ocasiones, hay grupos que se conocen en el propio Camino y deciden seguir juntos. Las edades son muy variadas, y en este año el peregrino más joven fue una niña de 3 años que iba en bicicleta, mientras el de más edad fue un hombre que hacía el camino a pie y tenía casi 80 años.

La mayoría de los peregrinos vienen de distintos lugares de la geografía española. Entre los extranjeros las nacionalidades más numerosas son portugueses, polacos, alemanes e italianos. Pero también llegan de países tan alejados como Rusia, Kazakhstán, Isla Mauricio, Marruecos o la India entre un total de 40 países.

Este aumento de afluencia en el Camiño Portugués de la Costa y de pernoctaciones en el albergue hizo que este pasado martes tuviera lugar una situación excepcional. Por primera vez el albergue de A Guarda tuvo una ocupación de más del 100 por ciento pues hubo que habilitar 5 colchonetas a mayores .

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