Celanova despide la tercera edición del Festival Hércules Brass

La villa de San Rosendo despedía ayer una semana mágica, donde los sonidos del viento-metal han hecho vibrar a vecinos y foráneos participantes de la tercera edición del Festival Hércules Brass Celanova

La villa de San Rosendo despedía ayer una semana mágica, donde los sonidos del viento-metal han hecho vibrar a vecinos y foráneos participantes de la tercera edición del Festival Hércules Brass Celanova. El evento, organizado por la agrupación de su mismo nombre y el colectivo cultural Xingros, con el patrocinio de la Fundación Curros Enríquez, el Concello celanovés, la Diputación y la Xunta, ha reunido esta semana en Celanova a más de medio centenar de alumnos y una decena de profesores deseosos de aprender, compartir e interactuar bajo los sonidos de trompetas, trompas, tubas y trombones.

La jornada de clausura mantuvo el programa de los días pasados y los alumnos disfrutaron de talleres de respiración y clases magistrales matutinas en las diferentes dependencias del Monasterio, la Casa dos Poetas, de la Música o la plaza de abastos, llamando la atención de turistas que visitaban las instalaciones y de los clientes que apuraban sus compras para el fin de semana.

Como colofón a lo aprendido estos días, los alumnos ofrecieron en sesión vermú un concierto en el Claustro Barroco que, al caer la noche, fue el escenario que albergó la siempre impecable y sorprendente actuación de los Hércules Brass Ensemble. La formación que se creó para la celebración de la primera edición del festival bajo la dirección de Enrique Crespo, volvió a actuar anoche a petición del público con nuevo repertorio y con José Manuel González en la dirección.

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