FIESTA

Exvotos y verrugas por San Benito

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El día de San Benito trae consigo un gran número de celebraciones para honrar al santo en toda la provincia. Los devotos acuden en masa a la llamada del santo para agradecerle su ayuda o pedirle que obre sus milagros.

La devoción a San Benito, cuya fiesta se celebró ayer, invade muchos puntos de Ourense durante estas fechas con romerías y misas en honor al santo. Los numerosos devotos acuden a las ermitas e iglesias buscando la ayuda divina para solventar sus problemas o agradecerle su intercesión. La festividad, ya toda una tradición a lo largo y ancho de la provincia, supone una fecha clave en el calendario de muchos en esta época estival.

Ayer, en la localidad de Cova de Lobo, en el Concello de Barbadás, los seguidores de este santo se reunieron en su día grande. En el santuario levantado en su nombre tuvieron lugar las misas y alrededor, los fieles pudieron disfrutar de la romería organizada todos los años.

La tradición en este lugar es que los romeros de San Benito le pidan su intervención para aliviar les problemas de salud. Desde la eliminación de problemas cutáneos como las verrugas, hasta la ofrenda de exvotos que representan manos, brazos, piernas o el cuerpo entero para pedir favores de curación de cualquier tipo de dolencia. Los creyentes en el poder del San Benito de Cova de Lobo se reúnen año tras año en un peregrinaje que reúne a millares de fieles dispuestos a presentar su devoción al santo.

También en Cabeza de Vaca, en el Concello de Ourense se honra a San Benito. Con una procesión de la imagen del santo por sus calles, los allí presentes celebraron después una misa que congregó a decenas de personas dispuestas a honrarlo y mostrarle sus respetos.

En Parada do Sil, los romeros acudieron al monasterio de Santa Cristina y al pueblo de Castro. Este año la afluencia de público aumentó y el acto central del día fue la solemne misa al santo cantada por la coral Aqua Música. Los asistentes a la localidad de la Ribeira Sacra acompañaron al santo durante la procesión y al finalizarse, tuvo lugar la tradicional subasta de gallos.

La festividad de San Benito no solo tiene sentido religioso, sino que también presenta un fuerte carácter gastronómico y festivo. Las misas traen consigo los tradicionales puestos de rosquillas y otros alimentos que sacian el apetito de los devotos del santo.

Las grandes aglomeraciones de gente y vehículos son otra de las típicas estampas que cada año se repiten en estas localidades. La organización y cuidado de la buena marcha de las romerías quedó en manos de los voluntarios de Proteción Civil, que con su trabajo ayudaron a los fieles para que la jornada transcurriese sin ningún incidente.

San Benito posiblemente sea uno de los santos con mayo número de devotos en toda la provincia e imágenes como las de ayer demuestran la ferviente fe que muchos ourensanos le profesan año tras año.

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