El grupo de arqueólogos de De la Roca al Metal ofrecieron un acercamiento didáctico a la ciencia arqueológica
Durante tres días, un aula del colegio Tomás de Lemos de Ribadavia se convirtió en una cueva de arte rupestre en la que pintar e interactuar con una exposición de cerámicas, huesos, piedra tallada, cobre o pieles y tejidos. Al mismo tiempo que se instaló en el patio una vasija horno de fundición de cobre siguiendo las tipologías que encontramos en la Península Ibérica en los orígenes de la metalurgia hace unos 5.000 años en el que se pretende, de un modo participativo, llevar a cabo una fundición de cobre con tecnología prehistorica.
Estas dos actividades forman parte de la innovadora propuesta del grupo de arqueólogos profesionales de De la Roca al Metal y ofrecen un acercamiento didáctico muy motivador a la ciencia arqueológica desde la experiencia multisensorial y la participación crítica". La actividad resultó ser todo un éxito y los escolares aprendieron de un modo práctico y ameno.