De que se fala

La educación cambia el mundo

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Los objetivos de desarrollo sostenible (en adelante ODS), también conocidos como objetivos globales, surgen en la cumbre de las Naciones Unidas celebrada en Nueva York el 25 de septiembre de 2015. Estos objetivos vienen a sustituir a los Objetivos del Milenio (8 objetivos fijados en el año 2000-2015 por los 189 países miembros de las Naciones Unidas). No se lograron las metas establecidas y para completar este trabajo los Estados renovaron su compromiso con la nueva agenda que traza la hoja de ruta desde 2015 hasta 2030. Podemos establecer como diferencia principal con los Objetivos del Milenio que los ODS son universales (no se limitan a los países en desarrollo) e introducen la dimensión de sostenibilidad.

Así pues, en 2015, los 193 países que forman parte de la ONU firmaron un acuerdo histórico, un plan de acción a favor de las personas y el planeta, para respaldar la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030. Es sorprendente que muchos, demasiados, de estos países firmen un compromiso para la consecución de los ODS cuando sus propias leyes y decisiones son, como mínimo, contrarias.  

Dicho documento incluye 17 objetivos diseñados para acabar con la pobreza, proteger el planeta y alcanzar de manera equilibrada el desarrollo económico, social y ambiental. En este sentido, los ODS comprometen a casi todos los países del mundo y representan los principales desafíos a los que se enfrenta la humanidad hacia un futuro sostenible.

Por tanto, la apuesta de este compromiso (que lleva vigente casi 8 años) es conseguir el desarrollo sostenible en el ámbito económico, social y ambiental de forma equilibrada e integrada, a través de 17 objetivos con 169 metas definidas que podemos ver en la web  www.un.org/sustainabledevelopment/es/ y que necesitan de la implicación de todos, gobierno, sector privado y sociedad civil para lograrlos. Estos 17 objetivos son: 1. Fin de la pobreza, 2. Hambre 0, 3. Salud y bienestar, 4. Educación de calidad, 5. Igualdad de género, 6. Agua y saneamiento, 7. Energía asequible y no contaminante, 8. Trabajo decente y crecimiento económico, 9. Industria, innovación e infraestructura, 10. Reducción de las desigualdades, 11. Ciudades y comunidades sostenibles, 12. Producción y consumos responsables, 13. Acción por el clima, 14. Vida submarina, 15. Vida de ecosistemas terrestres, 16. Paz, justicia e instituciones sólidas y 17. Alianzas para lograr los objetivos. Aunque cada uno tiene metas específicas todos son interdependientes y relevantes. Así, cada acción afecta el resultado en las demás áreas.

Los ODS en el aula

En septiembre de 2019 se celebró una reunión de control y se comprobó que no se estaba haciendo lo suficiente para cumplir con la Agenda 2030 y se hizo un llamamiento especial a la sociedad civil y a la comunidad educativa porque la educación es la clave para formar ciudadanos críticos y comprometidos. Es decir, los ODS están vinculados con la educación porque es clave para avanzar en el desarrollo sostenible y para concienciar a todas las personas para crear un mundo mejor y más justo. Por consiguiente, el centro educativo es un espacio de principal relevancia para trabajar la promoción y desarrollo de los ODS. Para establecer el vínculo entre los ODS y LOMLOE (2020) hay que destacar que la nueva ley educativa, en primer lugar, establece que el sistema educativo no puede ser ajeno a los desafíos que plantea el cambio climático, en segundo lugar, el nuevo currículum tiene contenidos relacionados con la sostenibilidad y el consumo responsable y en tercer lugar, resalta la importancia de la formación del profesorado (la educación para el desarrollo sostenible y la Agenda 2030 forma parte de los procesos de formación y acceso a la función docente y en 2025 todo personal docente deberá haber recibido cualificación en las metas establecidas en la Agenda 2030). Por lo tanto, los ODS se pueden vincular con el currículum educativo en todas las etapas educativas y pueden ser una gran fuente de inspiración para las programaciones tanto en educación infantil, como educación primaria, educación secundaria o bachillerato. Así, los centros educativos son lugares de cuidado de nuestro medioambiente y la comunidad educativa se compromete con los ODS.

Desde la Consellería de Cultura, Educación e Universidade de la Xunta de Galicia reconocen la importancia de los ODS y así lo reflejan en: 1. El nuevo modelo de competencias profesionales docentes, 2. el Plan anual de Formación del Profesorado, 3. los contratos programa Innova y 4. Las Bibliotecas Escolares de Galicia, donde ofrecen a los centros educativos programas, recursos y espacios para desarrollar proyectos y actividades a favor de los ODS.

Las principales ventajas de trabajar los ODS en el aula son: 1. potencia la educación competencial, 2. fomentar el pensamiento crítico y la reflexión sobre los efectos sociales, económicos, medioambientales, 3. mejora la atención del alumnado, su implicación y desarrollo personal y 4. permite a los docentes practicar la transversalidad curricular, trabajando un mismo objetivo desde diferentes materias.

Algunas ideas que se están llevando a cabo en los centros educativos para concienciar que los estudiantes sean más comprometidos con los ODS son: Fomentar actitudes relacionadas con la solidaridad, la cooperación y la responsabilidad; potenciar el trabajo en equipo, el aprendizaje basado en proyectos y el aprendizaje-servicio (se realiza un servicio a la comunidad y puede desarrollarse en diferentes ámbitos: con mayores, en asociaciones, sobre patrimonio, deporte, arte…); realizar estudios y exposiciones sobre el cambio climático; organizar campañas de sensibilización de uso de energías renovables y/o la conservación de la biodiversidad; realizar experimentos con tecnologías de energía renovable; seleccionar vídeos sobre los ODS para diferentes actividades; realizar recogida de alimentos para fortalecer el compromiso social con la comunidad; crear un blog para potenciar el empoderamiento de mujeres y niñas; debatir y buscar ideas para acabar con el hambre en el mundo y para facilitar la disponibilidad de agua o reducir las desigualdades; realizar campañas de sensibilización en torno a la pobreza, la situación de los diferentes países y los desastres naturales; crear podcasts informativos sobre igualdad de género; realizar infografías sobre la alimentación equilibrada; informar sobre la importancia de llevar una vida sana; crear en el aula un espacio para reciclar y reutilizar y realizar una campaña de ahorro de energía para el centro educativo o la casa familiar. 

Para ampliar esta información y acceder a materiales oficiales preparados para trabajar en el aula pueden consultar 1. La web de las Naciones Unidas (contiene juegos, cuentos y una amplia variedad de actividades), 2. La web de los ODS para descargar gratuitamente unidades didácticas en diferentes idiomas y el club de lectura de los ODS ofrece contenidos en los seis idiomas oficiales de las Naciones Unidas (árabe, chino, francés, inglés, ruso y español), 3. La biblioteca digital de la UNESCO y 4. La web de Educación de Unicef, en su biblioteca de recursos encontrarás manuales para el profesorado, actividades y recursos para el aula. 

Como conclusión, señalar que trabajar los ODS en el aula lleva a los estudiantes a que reflexione y tenga una conciencia crítica sobre el mundo que les rodea. También contribuye a crear un mundo mejor donde la Agenda 2030 se haga realidad. Para finalizar, destacar que es importante proporcionar herramientas y recursos para investigar y comunicar a los estudiantes y a su entorno la importancia de la sostenibilidad y de los ODS porque aún queda un largo camino por recorrer. Todos formamos parte de la solución.

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