El alumnado que se ha formado en el CIFP A Farixa ha podido incorporarse con garantías a la vida laboral e incluso al mundo empresarial
El Centro Integrado de Formación Profesional “A Farixa” cuenta ya con una dilatada trayectoria en la formación de alumnado, en la que la formación profesional constituyó siempre la columna vertebral de la oferta educativa. Fue inaugurado en 1981 como centro de Formación Profesional para las especialidades de Electrónica de Comunicaciones, Equipos de Informática y Delineación de Edificios y Obras, todas ellas de los estudios de la Ley de Educación de 1970, impartiendo los dos para la obtención de los títulos de Técnico Auxiliar (FP1) y Técnico Especialista (FP2).
Siete lustros después, el centro se parece poco a aquel que inició la andadura y, sin embargo, es reconocible por sus rasgos más característicos en algunas constantes que le han ido imprimiendo carácter a lo largo del tiempo, como son la competencia, profesionalidad y vocación de su equipo docente que ha logrado un poso de buen hacer que va siendo asumido de forma natural por las incorporaciones que van llegando para recoger el testigo de los que se van por cambio de destino o por haber llegado a la merecida jubilación.
Sin ellos sería impensable que el centro lograse el prestigio que tiene en el ámbito educativo y también fuera de él. También es mérito de los alumnos, que con las lógicas excepciones a lo largo de los más de 35 años dedicados a la enseñanza, han dejado el pabellón alto y han podido incorporarse con garantías a la vida laboral e incluso al mundo empresarial.
En este sentido, desde hace unos años impulsan y apoyan la cultura del emprendimiento con la creación de viveros de empresa, con los que proporcionamos instalaciones e infraestructuras a quienes han decidido hacer realidad su propio sueño en forma de proyecto empresarial. En el CIFP A Farixa disponen de local, teléfono, agua, electricidad y acceso a internet en condiciones favorables que les permiten dar los primeros pasos sin la presión de los precios del mercado.
De lo acertado de la iniciativa constituyen prueba fehaciente algunos de los primeros usuarios, convertidos hoy en empresas de éxito en distintos sectores.
Otra de las claves del éxito de A Farixa estriba en el esfuerzo de adaptación constante a las nuevas corrientes educativas para ser capaces de responder a los retos que plantean los estudiantes de hoy.
A ello hay que unir las espléndidas instalaciones con una dotación técnica de última generación, que permite a los estudiantes adquirir conocimientos basados en los más recientes adelantos del mercado.
Precisamente la más reciente innovación fue la conversión del salón de actos en aula para los alumnos del ciclo de disc jockey, con su correspondiente estudio perfectamente equipado. Ello obligó a la construcción de otro salón de actos completamente nuevo, también dotado con los últimos avances tecnológicos que lo convierten en un recinto multifuncional, capaz de llevar a cabo sesiones docentes a través de videoconferencia.
CENTRO PIONERO
La evolución ha sido constante, como lo demuestra el haber sido el único centro de la capital orensana que se acogió voluntariamente a la implantación anticipada de la Enseñanza Secundaria Obligatoria en el año 1992, completando más tarde todo el ciclo de Logse con la impartición de los tres tipos de Bachillerato: Científico-Técnico, Ciencias de la Naturaleza y Salud y Humanidades y Ciencias Sociales. En su momento también fue el primer centro en impartir enseñanzas de los ciclos formativos, comenzando con la familia profesional de Electricidad y Electrónica, con ciclos de grado medio y superior; continuando con las familias de Edificación y Obra Civil y la de Hostelería y Turismo, como se puede apreciar en su oferta educativa.
En el curso académico 2006-2007 pasa a denominarse Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) por transformación del IES A Farixa, según se regula en el Decreto 154/2006 en su Anexo I.
