¿Por qué fue tan ignorado tanto en vida como hasta después de fallecer?
Nikola Tesla fue una de las figuras más influyentes en la historia de la ciencia y la tecnología. Pero, ¿por qué fue tan ignorado tanto en vida como hasta después de fallecer?
CROACIA
Es aquí donde nace Nikola Tesla, en un pequeño pueblo llamado Smiljan que apenas superaba los 400 habitantes. Cuando tenía 17 años, Tesla contrajo el cólera. Estuvo a punto de no recuperarse, pero finalmente se curó. Su padre le había prometido que si se curaba lo mandaría a estudiar a una gran escuela de ingeniería, tal y como Tesla quería. Y así fue. Una vez que cumplió con el ejército, ingresó en la Universidad Politécnica de Graz (Austria). Sería allí donde empezaría a germinar su gran idea que cambiaría el mundo: idear una forma de llevar la energía gratuita a todo el mundo. Esto le condujo a trabajar en la Compañía Nacional Telefónica de Viena en 1881 hasta que se trasladó a París para trabajar en la Compañía Edison. Desde la capital francesa emprendió su viaje a Nueva York en 1884 para reunirse con Thomas Alva Edison, el hombre que cambiaría su vida para siempre.
NUEVA YORK
Edison lo contrató ese mismo día pero poco a poco surgirían entre ambos diferencias que se acrecentaban cada vez más a medida que pasaba el tiempo. Tales diferencias ya comenzaban con la forma de ver el resultado y la orientación de su trabajo.
Edison defendía lo que él mismo había introducido en la sociedad, la corriente continua, aunque con ella solamente había llevado la energía a apenas un centenar de personas en la ciudad. Por su parte, Tesla estaba más que convencido de que la corriente alterna era la mejor solución. De hecho, así lo demostró pues no tardó en imponerse frente a la continua.
Era evidente que la idea de Tesla era mucho mejor, pero necesitaba a Edison para poder hacerla realidad. Y aquí fue donde empezó el conflicto ya que Edison quería defender su fortuna a toda costa. No iba a permitir de ninguna manera que un extranjero que acababa de llegar le arrebatara la idea e hiciese peligrar su imperio eléctrico. Su ego y su dinero no podían tambalease. Mientras tanto, Tesla conocía al empresario George Westinghouse que ya había desplegado por todo Massachusetts una red eléctrica de corriente alterna. Pero en este puzzle faltaba una pieza importante para lograr imponerla en todo el país. Esta pieza era el motor de inducción que ya había inventado el propio Tesla. Westinghouse y Tesla no llegaron a ningún acuerdo y no pudieron hacer negocios. Por aquel entonces, Edison ridiculizaba a Tesla. Lo obligaba a trabajar dieciocho horas diarias todos los días de la semana arreglando los problemas técnicos que surgían en algunos espectáculos y así desacreditar la corriente alterna. Edison no jugaba limpio, hacía correr el bulo de que la corriente alterna solo valía para matar a animales y para ser usada en la silla eléctrica. Así, tenía atemorizada a la sociedad. En toda esta historia llegó a haber un punto de inflexión cuando Tesla le propuso a Edison una fórmula para mejorar su generador. Edison le prometió 500 dólares si lo conseguía. Evidentemente lo consiguió pero Edison no le pagó lo prometido y a mayores se burló de él por lo que Tesla dejó por fin de trabajar para él.
LOGROS
Poco a poco se fueron materializando algunas de sus predicciones y le fueron llegando pequeñas victorias a Tesla, pero nunca tal y como lo habría merecido. Tras el éxito de la corriente alterna, concentró sus esfuerzos en su gran sueño: lograr energía y comunicaciones inalámbricas. Este proyecto se materializó a través de la Torre Tesla, una torre de alta tensión con una antena de 30 metros que impulsaba las retransmisiones radiofónicas e inalámbricas, sin cables entre emisor y receptor. Una vez más no se le fue reconocido tal éxito pues pronto le cambiaron el nombre a la torre que pasó a llamarse Torre James Warden, el nombre del abogado y banquero que volvió a engañar a Nikola Tesla. Y así sucesivamente con todos sus logros (el control remoto, la resonancia magnética, los rayos X,…). Tesla murió sólo y abandonado hasta el punto de que una vez fallecido hubo una gran campaña para borrar su nombre de la Historia, atribuir sus éxitos a otros y centrar los esfuerzos en recordar su carácter excéntrico.
Conclusión, Edison fue proclamado padre de la electricidad y Marconi inventor de la radio, pero ambos sin Tesla no hubiesen hecho nada. Ellos no dejaban de ser empresarios, el verdadero genio inventor era Nikola Tesla.
