Los ourensanos están obligados a ganar esta noche (21,00 horas) al Burgos si quieren seguir vivos en el play off de ascenso a la Liga ACB
Tras una temporada de altibajos y una recta final de liga regular de calculadora, el COB llega a un punto que no admite negociación. Se acabaron las cuentas. Ganar o para casa. Así se sencillo, imprevisible y a la vez apasionante. Por eso los play off son el factor diferencias del baloncesto con otros deportes.
El COB llega confiado y dubitativo. Contradictorio. Sabe que es capaz de ganar a un rival al que ya derrotó dos veces en la liga y al que tuvo a un palmeo o a una falta de tumbar en el primer partido de la serie. Tiene claro que hacerlo dependerá de su capacidad para rebotear y para anotar desde el perímetro. La teoría la tiene clara.
El problema llega cuando carece de referencias fiables en situaciones parecidas en la mayoría de sus jugadores. Un peaje que Barreiro o Salash ya empezaron a pagar en los dos primeros partidos.
Además, el Burgos encontró en sus centímetros una grieta que podría ser definitiva. Las lesiones de Huertas, K.O. para lo que queda de serie; Peciukevicius, entre algodones; y Sinica, recuperado, obligaron a jugar con un quintero que no tuvo respuesta. Jugando 'a grandes' la zona se hizo todavía más pequeña para un COB ya de por sí inferior en ella y Vega y Fornás asumieron un rol protagonista que acrecentaron a triple limpio.
El domingo fue por obligación pero quizá ya por devoción, el Burgos tiene una alternativa a la que Gonzalo García de Vitoria debe dar réplica desde la pizarra.
Porque el resto está sobre la mesa. Rivero sabe que no tendrá opción en el bloque directo, Rowley, que, sin opción en las continuaciones, sus puntos se los tiene que ganar y Zamora y Kapelan, que tienen que encarar el aro para no sim- plificar un juego que vive y muere desde la distancia. Rejón es caso aparte. El pívot sí puede desordenar el partido. Tiene calidad para hacer daño desde el poste bajo y castigar o generar a partes iguales.
Son los protagonista de un partido extraño. Sin el empuje anímico del play off de la temporada pasada y en jornada extraña para el baloncesto, al menos en la LEB Oro. El Pazo se resentirá y enviará el COB casi en solitario a un partido en el que cualquier detalle puede ser definitivo.
Lo dicho. La derrota conduce al COB al purgatorio de los despachos para ejecutar un ascenso que tienen en el papel. La victoria, a un partido, el domingo, que sí encendería la llama de play off que todavía no se intuye en Ourense.
