En esta entrada del otoño se me ha ocurrido pensar o reflexionar sobre diversas cuestiones que quizás no han sido tenidas en cuenta, como es el caso de que se han dado de baja moléculas y medicamentos, muchos de ellos inyectables, por no cubrirlos la Seguridad Social. Toda persona que sabe algo sobre esto, en especial los profesionales sanitarios, conocen que los medicamentos vía oral, la absorción y su efecto son más lentos, que inyectados vía intramuscular son más rápidos, y en vena es en tiempo real el efecto terapéutico. Entonces no entendemos como algunos ganapanes del ahorro tecnócrata, nos han quitado el efecto terapéutico y necesario de algunos inyectables que sería difícil de enumerar en poco espacio y que ahora no se comercializan, así como de muchos otros que dicen no tener ningún efecto curativo.
Una muestra más del interés corporativo y economicista por encima de la salud. Creo que estos temas que nos afectan a todos como mínimo deberían de ser sometidos a consulta popular. Y no primar por ejemplo una píldora del día después, o un cambio de sexo, a que tú tengas acceso a todos los medicamentos posibles.
Pero es más, nos recetan en muchos casos medicamentos muy básicos que ya estaban presentes en el sistema nacional de salud hace más de cuarenta años, y por contra los nuevos elementos y especialidades se limitan en muchos casos o se han convertido en genéricos, o simplemente no se recetan.
