Otro año más, ya van cuatro, desde ese 30 de noviembre en que Matilde desapareció de la residencia "Luces do Sil".
Aunque pasan los años, todos los días pienso en lo que le pudo suceder ese fatídico día, pues la buscamos muchos días sin obtener ningún resultado.
Cada vez que me entero por algún medio de comunicación que alguien que sufre esta maldita enfermedad "alzheimer" desaparece de alguna residencia, me lleno de rabia y pienso en lo que esta pasando su familia.
No sé que va a ser de nuestros mayores, si por cualquier causa ajena a nuestra voluntad tienen que ir a una residencia, pues a mí la verdad es que después de lo sucedido, me da algo de pánico.
Creo que para hacerse cargo de personas que tienen alzheimer tendrían que tener otras medidas de seguridad.
Escribo esto para mostrar nuestro malestar por lo sucedido, y que a pesar de que no podemos hacer este año la concentración allí delante por motivos personales, no nos olvidamos de ello.
