Tenía 37 años y todo apunta a que falleció por causas naturales
Un vecino de la calle Villar, en el casco viejo de la ciudad, Óscar Villarino Vahía, de 37 años, fue hallado muerto en la mañana de ayer en la habitación de un primer piso que compartía con un compañero en el número 22. El hombre, según fuentes policiales, estaba tendido sobre la cama, y su cadáver no presentaba ningún signo de violencia.
La persona con que compartía la vivienda fue la que alertó de la muerte, sobre las al comprobar que avanzaba la mañana y no salía de la habitación para realizar gestiones y tomar la medicación, dado que desde hace un tiempo, según pudo saber este periódico, sufría trastornos psiquiátricos por los que estaba en tratamiento médico.
Al lugar se desplazó una ambulancia pero el personal sanitario no pudo hacer nada por reanimarlo. También se desplazó una patrulla de la Policía Nacional, que inspeccionó todo el inmueble con el objetivo de recabar datos que permitan determinar las causas del óbito.
Las primeras hipótesis apunta a que pudo deberse a causas naturales. Los agentes interrogaron a su compañero de piso y, al parecer ambos se acostaron en la noche del jueves después de cenar sin que el fallecido aparentemente presentara ningún problema de salud.
A lugar se desplazaron las autoridades judiciales que ordenaron el levantamiento del cadáver para trasladarlo al CHUO para realizar la autopsia.
Familiares
El fallecido residía solo, aunque compartiendo vivienda, en la ciudad. La Policía Nacional recaba en la mañana de ayer información sobre su identidad para contactar con su familia para que se hiciera cargo del cadáver.
El fallecimiento conmocionó a los vecinos del inmueble, que se apostaron alarmados en la calle ante lo sucedido.
