VERANO

Los “jefes" ourensanos se sosiegan en el puerto de Sanxenxo y en la playa

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photo_camera Hasta el náutico de Sanxenxo llegó incluso el hijo el extesorero del PP Luis Bárcenas, Guillermo y su Taburete.

El alcalde Jesús Vázquez o el edil José Cudeiro se dejan ver estos días por la playa de Silgar donde disfrutan del buen tiempo

Con la llegada del fin de semana -y este año "puente"- más concurrido de la temporada vacacional, la costa sanxenxina se abarrota, más si cabe, porque ya no entra ni una mosca. Se llena de turistas hasta el colapso y de ourensanos mil, ávidos de sol -que lo hace-, de bronce y de fiesta, que para eso proliferan los conciertos y Portonovo comienza la semana en honor a su patrono San Roque. Llegan de la ciudad de As Burgas "comandados" por su propio alcalde, el popular Jesús Vázquez, dispuesto a disfrutar como nadie de unos 10 días de descanso tras el, sin duda, fatigoso consenso con Democracia Ourensana para disponer de fondos con los que pagar servicios sociales pendientes en el municipio. Vázquez Abad apareció casi inmediatamente después del pleno extraordinario que formalizó el acuerdo, listo para la playa durante el día y las tapas y las copas al caer la noche.

El regidor frecuenta Silgar -casi cada día se deja ver por la playa urbana sanxenxina- aunque también se pierde por los múltiples arenales que ofrece la costa hasta O Grove. Al atardecer y después de un buen descanso o de visitar a su familia, baja al puerto de la capitalidad, preparado para una noche refrescante cerca de una cerveza o de un buen plato de pescado. Se deja ver por la calle Augusto González Besada -la que acoge los locales más concurridos de la tarde-noche de Sanxenxo- y saluda a todos los vecinos que le reconocen, que son muchos. Molesto por que se haya cuestionado su presencia en una corrida de toros -ni en sus descansos prescinde de lo que se cuece en las redes sociales-, espera que los 10 días de ocio antes de regresar a Ourense le recarguen las pilas para un nuevo curso político que tampoco parece sencillo. 

Coinciden en el tiempo y el lugar -aunque su programa de ocio es diferente- Vázquez Abad y su concejal de Urbanismo, José Cudeiro, que aprovecha todo lo que puede su piso en Sanxenxo y la compañía de su familia y de su perro, con el que frecuenta el paseo marítimo de Silgar para recalar, casi siempre, en los locales más chic de la localidad. A D'Irene, por ejemplo, le atrae lo suficiente como para disfrutar cada día de unas cañas antes de la cena o de regresar a casa. Cudeiro también volvió a Silgar nada más acabar el pleno, para quitarse rápidamente el traje y la corbata y recuperar los cómodos pantalones tipo chino y el fresco polo de marca.

Otro político del PP que no falla en esta costa  -es curioso lo que abundan los personajes de la formación que preside Mariano Rajoy en la costa de Sanxenxo; el alcalde Telmo Martín, también del mismo partido, va a tener que hacerles un homenaje- es el vicepresidente primero de la Diputación, Rosendo Fernández; junto a su compañera, Belén Iglesias, también concejala popular en la ciudad. Fernández, con piso en Portonovo, se dejó ver el último fin de semana en animado paseo con Iglesias por la playa de Baltar -qué mejor arenal-, a donde acude siempre que puede; se le espera de nuevo este "puente", si puede librarse de los compromisos institucionales que ha adquirido por las vacaciones de su presidente, Baltar Blanco. Rosendo Fernández y Belén Iglesias recargan energía con buen pescado en este pueblo, pese a la avalancha de visitantes españoles y foráneos, cada año más presentes en playas y locales de ocio. Hasta el punto de generar cierto rechazo, por ejemplo, entre algún que otro residente malhumorado, cuyas denuncias constantes a la Policía sanxenxina han acabado por frustrar una feliz iniciativa de los bares y restaurantes de la llamada "cuesta" de Portonovo, o lo que es lo mismo, la tradicional calle de Méndez Núñez, donde músicos contratados por los establecimientos animaban los tapeos varias noches a la semana. Precisamente por esa calle, buscaba recientemente restaurante donde cenar el exdiputado socialista Alberto Fidalgo y se refrescaba con una buena caña el conocido empresario textil José Luis Somoza, también fiel a los locales más concurridos de Sanxenxo, donde es visto con asiduidad.

 Además, la presencia en algunos días del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy siempre contribuye a animar el paseo marítimo de Silgar, bien porque suele asomarse al balcón, y responder amablemente al saludo que le brindan desde la acera los que le reconocen -pregunten a la ourensana Paula y sus amigas-, o por la notoria presencia de sus escoltas a pie de portal; ya se imaginan, de anchos hombros y con pinganillo, para que quede constancia.

También causó furor esta semana entre la juventud ourensana (y nacional, se supone) presente en Sanxenxo  la actuación del grupo Taburete, que tocó en San Vicente do Mar y en Portonovo. Además, de la música, el "enganche" era la atracción que suponía el líder de la banda, Guillermo Bárcenas, hijo del extesorero del PP Luis Bárcenas, que se relajaba toda la semana en locales de copas como el Varadero tras las exitosas actuaciones. El cantante arrasó entre las jóvenes de la buena sociedad de As Burgas por su amabilidad y simpatía, dicen. Así son.

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