Temas escabrosos los de la Justicia ordinaria y deportiva, pero la primera cada vez se mete más en el espectáculo en este país de pandereta y las vergüenzas vuelven a quedar al descubierto. Es el recurso de los ‘pobres’ cuando falla la Ley del Deporte y a ella apelan. Sí, me refiero a lo que está pasando en Segunda división.
Ahora no se sabe si la categoría de Plata va a empezar en fecha y hora a una semana del pistoletazo de salida ni tampoco cuantos equipos van a empezarla: 22, 23, 24… Esperpento total. Lo que no es de recibo es que las cosas no estén claras y choquen dos patas de nuestro sistema judicial, en este caso la parte mercantil y deportiva. Cuando al Murcia le han fallado los recursos por la vía lógica no ha dudado en acudir a la Justicia ordinaria y ahí ha ganado la batalla y, por tanto, se ha montado el cisco.
Lo anormal son los procedimientos y procesos a seguir, ya que la Justicia ordinaria nunca va a ir a la velocidad de la deportiva y esa lentitud tiene unas consecuencias nefastas para nuestro deporte en general por una falta de regulación de competencias y la falta de entendimiento. A la larga esto traerá represalias.
Por eso mismo el Barcelona no se ha salido del carril y la sentencia de Luis Suárez la dejó en manos del TAS. Al uruguayo no le han perdonado ni un partido en su sanción deportiva, pero por lo menos ya puede salir de la ‘mazmorra’ para entrenar, jugar amistosos y ser presentado tras haber pagado por él 80 millones. Que menos, es el derecho de cualquier trabajador. Eso sí, por la justicia ordinaria ya estaría desde hace un mes a pleno rendimiento esperando a que comience la Liga.
Opinión
Descontrol deportivo
