Opinión

Santuario de Los Remedios - Leonardo Lemos Montanet

Afirma Vicente Risco que “entrando en Ourense por el Puente Mayor, hay que quitarse el sombrero y rezar una salve (…). Ahí está la capilla que durará lo que dure Ourense”. Cuando en los primeros días, después de haber sido preconizado como obispo de esta Iglesia particular, los periodistas me preguntaban qué iba hacer con la capilla de los Remedios, no estaba al tanto de lo que me decían, y les respondía que me dejasen situar en la Diócesis y después les diría. Pues bien ¡llego el momento! Muchas fueron las gestiones realizadas y no pocos los esfuerzos llevados a cabo, también las preocupaciones, pero valió la pena. En primer lugar, quisiera agradecer a la familia titular de ese santuario mariano la cesión que ha hecho a la Iglesia Diocesana de ese lugar de fe y piedad. A las instituciones: Xunta, Diputación, Alcaldía, Obispado ¡y a los fieles devotos! se les debe esta restauración y todos les estaremos agradecidos.

La fábrica de este templo se remonta al siglo XVI, consta que fue consagrado el día 9 de diciembre de 1525. A lo largo de su historia, más que centenaria, experimentó diferentes intervenciones en su estructura y, en época más reciente, en 1983, fue renovada la techumbre y patrocinada por la familia Méndez que llevaba la administración de la misma, la parroquia y el Obispado. Fue precisamente en aquel año en el que se establece un convenio entre la familia Méndez, patronos del santuario, y la parroquia. En una de sus cláusulas se puede leer que las obras mayores se harán de común acuerdo entre los patronos, la parroquia, el Ayuntamiento y la Delegación de Cultura. Las graves circunstancias sufridas por este monumento han hecho realidad lo que se pactó hace más de treinta años. La restauración de los Remedios es obra de muchos ¡es obra de todos! Porque es un patrimonio cultural y religioso de la ciudad y de sus ciudadanos. 

Todos los ourensanos guardan en su recuerdo las tristes imágenes del incendio de julio de 2010 y de la situación ruinosa en la que quedó. Sufrió un daño irrecuperable porque se perdieron los retablos, la ornamentación, los exvotos, los bancos y la misma imagen de Los Remedios quedó calcinada. Desde aquel momento el recorrido fue complejo. Una vez que la familia cedió su patronazgo a favor de la Diócesis de Ourense y bajo la coordinación del Obispado, se llegó a un acuerdo entre las instituciones públicas y la misma Iglesia para emprender la restauración del santuario. La capilla había sido declarada monumento nacional en 1961 y, en la actualidad, es un bien de interés cultural junto con el puente romano, que se encuentra a muy pocos metros.

Esta capilla, que por las dimensiones de la misma debiéramos de denominarla Santuario de los Remedios de la ciudad de Ourense, al ser un bien de interés cultural, a la hora de su restauración estuvo sometida a una serie de exigencias y criterios que encarecieron una obra que, de no serlo, supondría una cuantía menor. Algunos ciudadanos han afirmado que como ahora es de la Diócesis, que se encargue la Iglesia de su restauración. Pensar así supone no entender objetivamente la realidad. Los Remedios es un santuario que pertenece a todos los ourensanos, creyentes o no, todos estamos orgullosos de ese monumento que ha acompañado la historia de nuestros mayores y, en cuyo entorno, niños y jóvenes pueden disfrutar de instalaciones deportivas y recreativas y desdecía, justo a la entrada de la misma ciudad, contemplar un monumento en ruinas.

Esperemos que esta restauración del Santuario de los Remedios -así será denominado este monumento de ahora en adelante- nos ayude a todos los que vivimos en esta ciudad, y a sus visitantes, a convertirnos en constructores de paz, comprensión, respeto y tolerancia con los demás y con sus opiniones y creencias. Rogamos a Dios que dure tanto como dure Ourense –como afirmaba aquel ilustre hijo de la ciudad de las Burgas- y que este lugar, antes visitado por devotos, al hallarse situado en un lugar tan hermoso y emblemático, cercano al pabellón de deportes de los Remedios, próximo al colegio de los Salesianos, al lado del puente romano, sea un ámbito de paz y de concordia, en donde la Señora de los Remedios proteja a nuestros niños y jóvenes, bendiga a­ los devotos y acompañe y proteja a los ourensanos en el camino de la vida.

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