Opinión

Con oficio

Así empezó, según relata el periodista Paco Cerda, la subida al Puy de Dome 35 años atrás: “Los dos ciclistas -Anquetil y Poulidor- hombro con hombro, las bicicletas dobladas, los manillares a punto de chocar, saltando chispas invisibles... como si los dos maillots se fusionaran hasta diluirse en la esencia misma del deporte”. Es la fina línea entre la derrota y la victoria. Similar a lo que fue el partido en el Pabellón Vicente Trueba, a tope de ánimo y dispuesto a prolongar el pelotazo del Cantabria en Fuenlabrada y un COB transitando por el camino correcto. Donde tras un arrollador inicio del conjunto ourensano, posterior letargo ofensivo, pero compensado en defensa, llevado al límite físico, del cronómetro con una canasta, “in extremis” -faltaban 3 segundos-, contra tablero bien planificada por Félix Alonso, sorpresiva para el rival, por cuanto Kamara Jawara no es el mejor tirador exterior, pero si el más listo y hábil en la lectura del juego. Llevó el partido a una prórroga que si ya dominó el conjunto ourensano a través de la habilidad y acierto de su líder anotador, Justin Turner. Victoria forjada, también, en el entusiasmo y el oficio de los Peter-McNeilly y ese jugador difícil de entender, pero que me parece esencial en este equipo, Ivica Radic -18 puntos 12 rebotes-. 

Ellos fueron los protagonistas más destacados, pero siempre, como parte del sobresaliente colectivo. Solo hay una cosa mejor que no cometer errores: cometerlos y que la gente no se acuerde de ellos. Fue el caso.

El COB alcanzó la victoria porque creyó más. Capaz de resurgir a un mal tercer cuarto y golpear en el momento preciso. Aupado en la zona más noble de la tabla, momentáneo, pero no por ello menos meritorio, el conjunto ourensano recibirá en el Pazo las visitas de Clavijo y Cáceres, donde cualquier resultado es posible, pero no es presunción pensar que ahí, en lo alto, puede continuar.

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