Opinión

Déjà vu

Deberías deixar o café e ir o Cola Cao para almonzar”, era el consejo del amigo Leo, a un compañero de trabajo como posible remedio a su malhumor e indolencia de cada mañana. Del mismo modo nos atrevemos a aconsejar a los gestores del COB, el cambio, a la hora de viajar, del autobús al tren o avión como remedio para superar ese déjá vu de cada desplazamiento.

Solución más filosófica que deportiva y que seguro no valdrá de mucho, cuando lo que falta es coraje. Porque perder es parte de la trama, pero de la manera que lo hizo el COB, con una puesta en escena espantosa, impreciso, preocupado, sin la “figura” de Turner y falto de la valentía precisa para evitar ser atropellado, como así lo fue, por un Estudiantes en alza y que una vez marcadas las amplísimas diferencias en el marcador se limitó a cumplir con los tiempos a su manera, luciendo muñeca, estilismo, sus jugadores más jóvenes y procurando “non mancarse”. 

De siempre preconiza el entrenador de la NBA Greg Popovic la “cultura Spur”, que no es otra cosa que “trabajar duro, tener pasión y nunca rendirse”. Ser competitivo al límite, sobre todo cuando el enfrentamiento, como es el caso, es entre un equipo modesto y uno de los importantes. Lo que fue ADN, en mejores tiempos, del COB. La incitación de sus aficionados, lamentablemente, solo puede empujar en el Pazo. 

En el desapasionamiento mostrado se nos ha ido desvaneciendo a quien responsabilizar por los errores cometidos. Seguro que todos son corresponsables. La única duda es en cuanto a la proporción que nunca será la misma entre el “solitario” Radic y el “ausente” Turner, como la menor  participación -¿confianza?- penaliza más a Peter McNeilly, Gill o Palazuelos... lo cierto es que hay derrotas que finiquitan intenciones. ¡Esperemos que no sea el caso!   

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