Opinión

Del blanco al negro

Fue el COB de siempre: de blanco o negro. Sintetizado al maximo en dos tiempos de 20 minutos. Imprevisible. Como ese amigo de juerga nocturna que, un tanto “cargado”, igual te suelta una buena hostia que te da un abrazo. En esta ocasión tocó abrazo en torno al MVP Samu Rodríguez, celebrando el triunfo ourensano. Seguro que los jugadores y técnico melillense, aficionados no parecieron ser muchos vista la grada, aún se estarán preguntado, ¿Cuándo dejamos de jugar bien?  ¿Por qué?

Lo primero ¿puede ser Hearst en su estado actual un refuerzo de invierno? Lo dudamos y bien haría el COB, de no ser imprescindible, en no prestarse al manejo de algún agente. Luego el mayor o menor acierto, más aún la intensidad, de cada uno, propició el cambio de rumbo y fijó el resultado. Así la fiabilidad del desordenado Sakhur Varence fue en proporción inversa a la de sus compañeros, Van Dyke y Alvarado -que llegaron tarde-, como de todos ellos lo fue con respecto a las estadísticas de Samu Rodriguez (32 puntos, 8 rebotes), la competencia de  Kacinas o el compromiso de Javi López. Y sobre todo que Félix Alonso encontró respuesta en todos sus jugadores cuando, quizá, menos se esperaba. Siendo lo de Justin Turner un enigma a resolver por Iker Jiménez. 

Los resultados de estas dos última jornadas no vienen más que a dar razón al técnico, Felix Alonso, cuando se mostraba convencido, en las previas, de que “siempre que seamos capaces proteger la zona e igualar la intensidad del rival, tendremos nuestras opciones”. Lo que no es fácil, si lo fuese, estaría internet lleno de listas con ideas perfectamente clasificadas por ocasiones, edades, gustos... pero eso el COB ya demostró que lo sabe hacer.

Se trata, ahora, de conseguir la regularidad precisa que le permita mantenerse en el showtime de la Liga. Esta LEB Oro es lo suficiente atractiva, competitiva, como para pelearla.

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