Oh gente humana nacida para volar”/¿Por qué al menor soplo caéis vencido?”. Memorizo este verso de la Divina Comedia, asiento con gravedad y mi pensamiento viaja a esos últimos minutos del partido disputado por el COB en El Plantío ante el Tizona Burgos. Momento en que el juego del conjunto ourensano se movió en la extremosidad, aciertos/errores, decisiones arbitrales, con tanta rapidez que se hace difícil de entender. Más todavía explicar.
A veces las cosas suceden sin más. Como ocurre con la Inteligencia Artificial, sabes la información que le metes, miras la solución que te devuelve, compruebas su corrección, pero no tienes ni idea de como lo ha hecho. Lo que resulta muy frustrante. Y es que todos los condicionantes necesarios que había apuntado el técnico Felix Alonso para alcanzar algo positivo se cumplieron. No hay duda de que veíamos el COB “versión Pazo... hasta esos últimos minutos.
Lo cierto es que hasta ese momento era, ciertamente, una ventaja ourensana, discreta, pero continua, con una buena defensa y suficiente acierto en ataque. Fue primero un par de ataques ourensanos un tanto liados -de la mano le robaron el balón a Jawara o López se abalanzó sobre la defensa rival-, luego unas decisiones arbitrales (personal+ antideportiva y posesión) que se tradujeron en +7 puntos que volteó el marcador y el ánimo ourensano. Ya no hubo manera, ni tiempo para un COB más limitado en sus rotaciones, cuando los minutos pesaron en quienes son sustento del equipo, Turner, Kacinas, Radic, en esta ocasión Gill, ante un Tizona infinito.
Lástima de resultado, no así del juego, cuando a la vuelta de la esquina está un Lleida al alza. Pero, por si había alguien que duda o no se había enterado, “es la LEB Oro”, donde “es la economía...” -como era la frase acuñada por Bill Clinton-, lo que la convierte en una competición asimétrica, donde el COB sigue agarrado, de manera más que meritoria, con sus grises, a esa zona noble que presupuestariamente no le corresponde y que le obliga a minimizar errores. Lo que no siempre es posible. Complicado se presenta el último tercio de una Liga que siempre es complicada.
