Foron os churros da Lolita...Vin onte pola noite como os xogadores do Prat os comían onde a estatua do Moucho de Quessada", para mi compañero de asiento no había otro modo de explicar el acierto y vigor del Prat a lo largo de una primera parte ya determinante (31 de 49). Lo que no entendía era "¿qué lle puido ocorrer ó COB? No voy a ser yo quien cuestione los efectos reconstituyentes de unos churros calentitos y más con las bajas temperaturas que nos acompañan. Y cuando a idéntica hora y a solo unos metros servidor los paladeaba con un excelente chocolate -en el Café Latino darán fe de ello-.
Comprendo a mi vecino en su disgusto pero las cosas son más sencillas. Lo cierto es que el Prat, que tiene muy poco de filial y sí es capaz de amalgamar experiencia y juventud con acierto, jugó con sus armas y acertó. Quien no lo hizo fue el COB y esto le obligó a ir a remolque en todo momento.
Visto lo sucedido, la disyuntiva del COB estaba clara. Defender, lo que mejoró pero sin continuidad, o sumar 50 puntos más en la segunda parte, lo que era más difícil aún. Pero no quedaba otra dado el "manejo" del juego por parte del Prat. Y por esta vía se decidió. Y aunque Fran Guerra, por envergadura, mantuvo el tipo, larga fue la espera, sin llegar a comparecer, de quienes "valoran", básicamente, las posibilidades ofensivas ourensanas, Kapelan (33 minutos y 0 puntos) y Mitrovic (28 y 2).
Es la irregularidad de un equipo ourensano capaz, en sus limitaciones, de hacerlo bien durante la mayoría de la jornadas de la competición y no tan bien en otras, que ya se han visto sin ir más lejos este domingo.
