Opinión

Innovación e inversión

Para el periodista Andrés Rojo nadie como el pintor Pablo Picasso “encarna la idea vertiginosa del cambio. Capaz de empezar de nuevo una y mil veces”. Lo considera “la marca del artista  moderno”. Como lo es también del Club Ourense Baloncesto. Se ajusta el conjunto ourensano a ese tópico de este tiempo nuestro acelerado y amnésico, sin reflexión posible. Se intentó esta pretemporada, o así nos lo transmitieron, con un plausible intento de continuidad de aquellos jugadores que con su acierto  se habían ganado el favor del Pazo: Manjgafic y Kuarth. Decía Lester Freamon en The Wire: “Sigue el dinero”. El hilo del que había que tirar en la serie y aquí para ajustar una desigual competición deportiva.

Aquí todos vemos el mundo con nuestros sesgos. Personalmente, me gustan las personas que avanzan en la vida, capaces de sorprender y evolucionar. Lo importante son “los buenos movimientos”, que dijo el gran Bobby Fischer. Independiente del color de las piezas, hay prioridades que requieren moverse con destreza y estrategia.

De tal modo valoramos que el técnico, Félix Alonso, evite habituales rotaciones -”lamentable círculo vicioso” para el amigo Pablo Míguez- de una serie de jugadores veteranos y apueste por los debutantes Radic, Gill, Peter-McNeilly, la vuelta de Llorente o el rookie Justin Turner. Como nos merece toda la consideración la incorporación del exterior asiático Zheng, por lo que, minutos de juego a parte y sin dudar para nada de su profesionalidad, representa en una conjugación socio/económica/deportiva que no solo va a permitir un mayor ajuste presupuestario y con ello la llegada de jugadores de mayor nivel al equipo. Tambien, a través del convenio con la firma que  representa, la consolidación y reconocimiento, a la vez que una mayor valoración comercial del club. Lo que es la marca Ourense.

A nadie se le debe escapar que aquellos clubes más potentes los son porque innovan, porque invierten y porque esa inversión e innovación se traslada al equipo. 

Quizá lo ocurrido en esta pretemporada es un resumen de ese Ourense excesivo en su política que siempre ha tenido en el deporte su mejor versión.

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