Opinión

Sin solvencia

Lanzarles un balón de baloncesto y esperar a que se pongan a jugar”. Fue la respuesta que se le ocurrió a un soldado del Viet Cong -”La chaqueta metálica”- cuando uno de sus oficiales le preguntó como deshacerse de cinco soldados americanos que le rodeaban. Solo estaba y resistió Ivica Radic, bastión ourensano, en su  batalla ante los “cinco” que rotaba Lleida, que una vez “lanzado” el balón, vaya si se puso a jugar.

De lujo las 9 asistencias de Cameron Krutwig, el jugador que le sobraba y largó el Betis, que fueron más que los puntos anotados, excepción hecha de Radic, por cualquier jugador del COB. El marcador lo dice todo. Porque perder es parte de la trama pero no de este modo.

Algo nos lleva a pensar que el conjunto ourensano vive una fase de desapasionamiento, involución, que de no lograr enderezar con prontitud es para preocupar. Todo lo contrario le ocurre al Lleida de los exCOB, Brito (17 puntos y  9 rebotes, que estuvo y no contaba) y Kurt Kuarth (10 puntos, 7 rebotes y 2 tapones, que también estuvo pero no se logró renovar). Un equipo al clara alza y decidido a apropiarse de la condición de revelación que en su momento pudo ostentar el COB.

La carestía de resultados, además de suponer su cuota de angustia,  lastra, reaccionando a destiempo en sus acciones. Ahora también en defensa. Aptitud, condición que le permitía ser más solvente y no depender tanto del acierto. En la agenda debe estar el regreso a algo que fue y que no debió dejar de ser: el equipo más caliente de la LEB. Toca resetear, sobreponerse a muchas y continuadas lesiones, que Turner sea el generador que se necesita y recuperar la fuerza colectiva, mezcla de suerte y voluntad, que fue clave para los buenos resultados de inicio.

La temporada está dando muestras de una competencia impredecible con inesperados protagonistas y candidatos que están teniendo más contratiempos de los previstos. No queda otra que luchar a brazo partido.   

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