Opinión

El triunfo del trabajo

El COB porfía por mantenerse en la zona noble de la clasificación gracias a Peter-Mcneilly (10 puntos), Llorente (13), Mendikote (7 rebotes)... y Romaro Gill (16 puntos  y 8 rebotes).

Porque las estadísticas, tan socorridas en el baloncesto e incontrovertibles por el lado matemático, así lo indican. Pero hay otro apartado, más sistemático, donde el conjunto ourensano fue aún más regular, dominador, ante el Menorca, esto es en defensa e intimidación, apartado este donde Gill ha sellado su titularidad durante la segunda parte por decisión, autoridad, firmeza. Realmente lo tiene todo para ser diferencial desde el porte que la da sus 2,18 metros. Ciertamente fue el partido del pívot, pero también también del resto.

Pasan los partidos y el COB, fiel a la filosofía de su técnico Felix Alonso, “para ganar hay que jugar bien”, se mantiene en disputa con los más “ricos” de la competición. Cierto que aún le quedan muchos tramos y muchas pruebas que superar, como la profundidad de banquillo juega en contra del conjunto ourensano, pero de momento se están mostrando capaces de reivindicar su sitio, por méritos propios, en una competencia máxima e impredecible.

“Nunca he valorado el baloncesto en función de los puntos, se trata de adaptarse a los jugadores”. Lo manifestó Pablo Laso y siguiendo su corriente lo está aplicando el técnico ourensano, con una fijación defensiva, que lleva a pensar que un COB que reciba por debajo de los 80 puntos, siempre estará en partido. Es el triunfo del trabajo y sin una posición preferencial al inicio de la temporada. Podrá -el conjunto ourensano- mantenerse en la disputa ante los importantes de la Liga? Sin duda el próximo sábado en el Pazo ante el “despilfarro” bético será una prueba definitiva. 

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