Opinión

Turner contra el mundo

Días atrás la periodista Nuria Labari hacía referencia a un chiste que “le gustaba mucho a Schopenhauer”: un hombre tiene el único reloj que va bien en una ciudad en la que los relojes de sus torres no están en hora. Solo él conoce la hora verdadera. El chiste de la historia está en esta breve pregunta. ¿De qué le sirve?. Pues bien, ayer  en el Pazo tuvimos un chiste semejante sobre la cancha. ¿De qué le sirve a Turner controlar su espacio individual cuando el resto de compañeros se mueve en tiempos distintos? De Aquiles, decía Homero, que además de fuerte y valiente, era tan rápido que le conocía por el de los “pies ligeros”, pero esto no le hacía invencible. En un deporte colectivo, como lo es el baloncesto, no hay tiempos individuales, ni marcadores privados. Así que nadie puede creerse que el equipo pueda funcionar sin someterse a su sentido grupal. 

El técnico, Félix Alonso, insiste en que no quiere (o ¿no le dejan?) reforzarse. Sea una cosa o la otra, lo justifican en que tiene plena confianza en el plantel actual. Pero, ¿responden todos los jugadores con idéntica determinación? Es evidente que no.

Uno intenta, semana a semana, cuadrar una cierta narrativa continuista alrededor de lo que viene siendo el COB a lo largo de la temporada. Pero en lo que va de semana a semana, de partido a partido, el COB es capaz de pasar por cuatro estaciones diferentes, como Hugh Grant en esa escena atravesando Notting Hill.

Hay que pensar que la salvación sigue siendo el mejor objetivo. Porque para Radic el aro lejos de ser su sustento, fue su cruz, Llorente firmó en el final de partido, con posibilidades de remontar, un catálogo de despropósitos; Peter Mcneilly no tiene confianza... Así, el resto, pero, sobre todo, que solo Justin Turner se ve capaz de acometer el aro rival con solvencia y liderar una arreón final. Él hizo pensar en la remontada. Pero era evidente que no podía ser. Y no es que aboguemos por un COB de fantasía sino por uno normal, si como normal entendemos, regularidad y ánimo. Seguro volverá la de arena. 

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