Opinión

Uno de los nuestros

Creo que solo hay una o dos películas en las que he tenido todo el apoyo financiero que necesitaba. Todo lo demás, desearía haber tenido el dinero para rodar otros diez días. La financiación es un aspecto muy importante dentro del cine, sin ella nunca podríamos rodar ninguna película como nosotros realmente deseamos”. Estas palabras las dijo el reconocido director de cine Martin Scorsese. “Uno de los nuestros”, que podría considerar, por su concordancia reivindicativa, el técnico del COB, Félix Alonso.

No queda otra que agudizar el ingenio y de esto sí que va sobrado el director estadounidense, como el técnico ourensano está siendo capaz de proyectar un COB al límite de sus posibilidades. Que se mantenga alejado de la zona de peligro, que no libre, y persista en la disputa por la zona noble, es más que meritorio para un equipo que cuenta con evidentes carencias estructurales: en Turner descansa el ataque; en Kacinas la defensa; Radic, con sus particularidades, bajo tableros; la ponderable aparición de Samu Rodríguez, que se está ganando su propio espacio; un poco de Gill... ¿Y el resto? Cumple. Eso sí, unas veces mejor que otras.

Por todo esto hay que entender que lo hasta ahora hecho es más cuestión de táctica y coraje que otra cosa. Que pese a las habilidades con la pizarra, hasta el momento, el COB ha brillado más en defensa que en ataque.

Por otra parte, y aunque la cortesía con el rival es loable, no lo debe ser hasta tal punto de desplazar en la grada a los abonados locales, permitiendo a quienes llegan de fuera ocupar lugares preferentes, más próximos a su equipo, que no se corresponden con su invitación o entrada personal. Y más cuando alguno no es capaz de estar a la altura de las circunstancias. No es aquello de copiar situaciones extrañas que a nosotros nos tocó vivir como seguidores del COB, pero sí hacer valer los derechos de quien paga un abono o entrada acorde al asiento que ocupa. 

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