Opinión

LA CREDIBILIDAD DEL CIS

Cada tres meses, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) hace público su barómetro que incluye la intención de voto de los ciudadanos en unas hipotéticas elecciones generales que tuvieran lugar en las fechas en que se realiza la encuesta. El último, conocido este miércoles, no ha dejado indiferente a nadie. Sobre todo, a los dos partidos que son los que tienen posibilidades reales de gobernar. Al PP el CIS le adjudica una intención de voto del 34%, diez puntos menos del resultado obtenido (44,6%) en las elecciones generales de hace dos años. El PSOE sale muy mal parado en la encuesta, con un 26,8% de intención de voto, dos puntos menos de lo que sacó en esas elecciones. El barómetro también confirma el ascenso de IU (de 6,9% a 11,3%) y de UPyD (de 4,7% a 7,7%).


Si la encuesta estuviera en lo cierto, ni el PP ni el PSOE tendrían mayoría absoluta en unas elecciones generales, lo que les obligaría a buscar apoyos parlamentarios para poder gobernar. En ese escenario de pactos, el PP lo tendría más complicado, porque tal y como están las cosas, no parece muy viable buscar esos apoyos en los nacionalistas catalanes y vascos dadas las intenciones soberanistas y secesionistas de ambos. Ese es un escenario más propicio para el PSOE, que también requeriría el apoyo de Izquierda Unida y probablemente de UPyD, con lo cual podríamos encontrarnos que para poder gobernar en España haría falta un pentapartito entre la izquierda y los nacionalistas, una fórmula que nunca se ha utilizado desde la transición política, bien porque el PSOE o el PP han tenido mayorías absolutas, o porque les ha bastado con el apoyo de uno o dos grupos parlamentarios, pero no de cinco.


Otro dato significativo del barómetro es que todos los políticos suspenden a la hora de ser valorados por los ciudadanos. La que alcanza mejor nota en la líder de UPyD, Rosa Díez, con un 4,28. El líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, ocupa el sexto lugar con un 3,13, y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, está en el undécimo lugar, con una nota del 2,42, por detrás incluso, lo cual es para preocupar, del portavoz de Amaiur, Mikel Errekondo, que saca un 2,83. Queda claro que la opinión que tienen los ciudadanos de los diferentes dirigentes políticos es manifiestamente mejorable.


Las encuestas son exclusivamente eso, encuestas, pero marcan una tendencia. El PSOE, que este fin de semana celebra su Conferencia Política tiene que poner urgentemente remedio a su estado actual, en el cual no remonta. En cuanto al PP, aunque siga siendo el partido más votado, que haya perdido diez puntos en dos años y que su líder esté tan mal valorado, también debería ser un motivo de reflexión. Pero ya se sabe que los políticos solo hacen caso a las encuestas cuando les son favorables.

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