Opinión

Los lunes, Consello

Resulta que la gran novedad del Gobierno cien por cien Rueda no está en un fichaje estrella como conselleiro. No ha habido tal porque el presidente ha tirado de la cantera o del banquillo. Tampoco es novedad la desaparición de las vicepresidencias, dado que hubo etapas, no tan lejanas, en las que la Xunta carecía formalmente de vicepresidentes, aunque pudiera haber alguno en la sombra. Poco o casi nada tiene de novedoso, y mucho menos de sorprendente, la anunciada reestructuración del organigrama, con la creación de una nueva consellería -ahora son doce- y el trasvase de competencias de unos departamentos a otros, un reajuste nada rompedor y que al final no ha sido para tanto. Si acaso en ese ámbito se podría considerar una cierta innovación, porque no hay precedentes, que el Ejecutivo autonómicos cuente a partir de ahora, por un lado, con una Dirección Xeral de Asuntos Constitucionais y, por otro, una Oficina Económica, adscrita a la Presidencia.

Pero sin duda la novedad de auténtico calado introducida por Rueda en su nuevo mandato, en tanto en cuanto supone romper con una tradición que viene de lejos, es el cambio de día de los consellos de la Xunta, que son las reuniones del Gobierno en pleno, de periodicidad semanal, normalmente con un amplio y variado índice u orden del día y de las que habitualmente solo llegamos a saber lo que cuenta el presidente en la rueda de prensa posterior, ese comparecencia ante los periodistas en la que se le suele preguntar por los asuntos de actualidad más que por los acuerdos adoptados, salvo que esos asuntos sean de una gran trascendencia. A partir de ahora los consellos de la Xunta no serán los jueves, como venían siendo desde el arranque de la autonomía, desde la etapa de Albor, sino los lunes. En eso Alfonso Rueda emula a Pedro Sánchez, que pasó los consejos de ministros de los viernes a los martes.

No sabemos las razones de ese cambio de día, de ahí que la cosa se preste a las especulaciones. Se supone que el presidente y su equipo creen que así pueden marcar la agenda informativa de toda la semana, evitando que los acuerdos alcanzados en el Consello se diluyan mediáticamente por celebrarse a la puertas del fin de semana. Eso sí, cada quince días la reunión del Ejecutivo tendrá lugar antes del inicio correspondiente del pleno en el Parlamento. Serán consellos en doble sesión, los martes y miércoles. A lo mejor también se trata de adelantarse al Consejo de Ministros en vez de ir, como hasta hoy, a rebufo de la Moncloa. De lo que no cabe duda es de que se trata una decisión que tiene que ver con la estrategia de comunicación, pura y dura. Y es que en última instancia el Gobierno de Rueda acertará o se equivocará en función de los acuerdos, de las iniciativas que adopte, de lo que resuelva, no del día de la semana que lo decida. Aunque cabe suponer que los señores conselleiros y conselleiras, como su jefe, y como cualquier hijo de vecino, tendrán la cabeza más despejada -y las ideas más frescas- a golpe de lunes que de jueves. Porque es lo natural.

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