Soy un viejo misionero de 88 años de Xunqueira de Ambía y no podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído.
Este domingo, día 24 de octubre, nos invitarán a ser misioneros de lo que da sentido a nuestras vidas: la esperanza más allá de esta vida. Hablar sin miedo y sin complejos del amor del Creador hacia cada uno. No estamos solos, la tristeza tiene cura si nos damos un tiempo para contemplar las bellezas del universo y sin avergonzarnos de llamar a Dios, Padre.
¿Qué hemos visto? Don Aurelio, que Descanse en Paz (DEP), nos pedía en los encuentros con docenas de misioneros que pusiéramos voz al milagro de la palabra en pueblos lejanos. Los amigos de la Delegación de Misiones de Ourense envidiaban nuestras experiencias, querían ser ellos mismos enviados a países lejanos. Para esos colaboradores, saludos y gracias. Vuestra misión está en vuestras casas, vecinos.
¿Qué hemos oído? Creemos en la palabra de Jesús por oídas. Somos esa semilla arrojada en tierra buena que crece poco a poco para ser cobijo de acogida, paz, compasión.
No queremos quedarnos mudos cuando la sed de sentido de la vida reclama aires de compasión, proclamación del valor de la vida. La palabra de Jesús acogida con sencillez nos llenará de Paz, y la timidez a la vida cambiará en agradecimiento a su belleza.
Los misioneros aprendimos a dejarnos evangelizar por la cercanía a todas las personas, a sus costumbres, a su cariño. Con la Palabra de Jesús acompañamos el pan, la escuela, la comunión, la sanidad…
Esto es gracias a vuestra oración y generosidad.
