Querido compadre Quero:
Suben las temperaturas, abren las piscinas, y florece humo de sardinas por las esquinas de los barrios. Se acerca San Juan, la noche de noches, y las vacaciones escolares, y las tardes libres en la oficina. No sé a ti, pero a mí me está cayendo el verano encima como si alguien hubiera abierto en el cielo la trampilla del tiempo, y estuvieran lloviendo hojas del almanaque sin descanso. No sé cómo hemos pasado de embutirnos 12 uvas a intentar embutir diez maletas y un flamenco hinchable en un maletero en el que solo caben cuatro y sin flamenco.
España es una inmensa juerga de aquí a septiembre. Las fiestas de Ourense, sin ir más lejos, comienzan el 21 y cuentan en su programación con una de mis bandas de rock and roll favoritas, Los Rebeldes, que actúan el sábado 24; Carlos Segarra es, con permiso de Carlos Tarque de M-Clan, la mejor voz del rock español. Mediterráneo, Mi generación, Cerveza, chicas y rockabilly, Mescalina… un repertorio incontestable para bailar sin tregua desde el comienzo hasta el final.
Y mira, compadre, como ando haciendo recuento de festivales, no quiero dejar de hablarte del macrobotellón de Tezanos en el CIS. Cuando no hay un solo sondeo que todavía conceda la victoria al saliente y amortizado Sánchez, llega Tezanos disfrazado de Doctor Bacterio para sacarse de la cocina dos tazas de lo mismo, que, si bien rebaja la expectativa socialista, sigue garantizándoles un hipotético Gobierno gracias al ascenso que le concede a lo de la Yoli, que según el CIS es tercera fuerza política (en el mundo de los unicornios, supongo).
La tensión en Ferraz es tal que a alguien allí le ha parecido una idea brillante ponerse a denunciar a periódicos ante la Junta Electoral por las encuestas que no le son propicias, que son todas menos la que hacen ellos, o sea Los Tezanos. El razonamiento es que no se presentaron los datos técnicos de una encuesta, por lo que se le otorga más ventaja al PP. Un plan sin fisuras. Si encuentras una correlación entre ambas cosas, llámame, que ardo en deseos.
Sánchez está que trina por todo en general, y el PSOE está dividido en dos: los que están buscando nuevo acomodo y ni se acuerdan ya del presidente, y los que quieren redoblar la campaña agresiva y suicida que está marcando el Narciso de La Moncloa, cuyo objetivo es morir matando, matando a su propio partido.
Me temo que, en ese clima, con Sánchez trazando una campaña de inaudita violencia verbal, veremos más casos como el de ese pobre hombre, el delegado del Gobierno de Madrid, que esta semana sacó todo lo que lleva dentro, y resultó estar podrido, al decir que Bildu había salvado más vidas de españoles que “todos los patrioteros de pulsera”. Decir que los herederos de ETA –el partido que lleva en sus listas a 44 alimañas condenados por pertenencia y colaboración con la banda terrorista- han “salvado vidas” de los españoles no es solo una estúpida y grosera mentira, sino que es de una atrocidad infinita, una atrocidad impensable en cualquier socialista antes de que Pedro Sánchez infectara con su inmoralidad a todo el partido.
El tipo ha salido ahora otra vez a los medios, presuntamente a pedir perdón, y sus disculpas han consistido en tomarnos por idiotas: “lo que quería es recordar la continua deslealtad con la que las derechas han venido actuando desde el inicio de la legislatura, especialmente en los momentos más complicados”. Dice el nota que, a la vista de las informaciones publicadas, no se ha “expresado adecuadamente”. No, hombre, no. Si te has expresado cojonudamente bien. Te has expresado como los ángeles. Meridiano. Cristalino. Ese es el problema.
Querido compadre Itxu:
Madrid tiene cosas extraordinarias y otras vergonzantes. Entre estas últimas destaca el delegado del Gobierno que, haciendo honor a la nomenclatura de su cargo, actúa como portavoz de su amo en la tarea de blanquear terroristas. El que lleva una pulsera con la bandera de España es malo. El que lleva una bandera de ETA en sus actos es bueno.
El radicalismo de bloques ideológicos que padecemos dicta que si un español luce la bandera de su país en su muñeca es facha, si defiende los derechos de gays y lesbianas es rojo; cazador, de derechas; feminista, de izquierdas… Se impone la militancia obligatoria en asuntos tan trascendentes como ser del Madrid o del Barça, preferir el camping al hotel, el taxi al Cabify, celebrar la Semana Santa, ser vegano... Cualquier cosa te etiqueta a un lado o al otro de las antagónicas orillas políticas y, por tanto, como bueno o malo. ¡Vayan a hacer puñetas con el simplismo frentista que ha venido a enmerdar la vida real de las personas y a limitar su libre albedrío! Si quienes propagan dichas simplezas se creen que hay mucha gente que es tonta, está en lo cierto: hay mucha gente que es tonta. Políticamente correcta, pero tonta perdida.
Estos días se ha liado por que un torero será consejero de Cultura en Valencia. No sé si las feroces críticas han surgido por la antigua profesión de este señor o por su militancia en Vox. Da igual. Siendo torero tiene que ser de derechas a la fuerza. La fiesta de los toros es de derechas según el manual del perfecto idiota maniqueísta, que habita en las barras de los bares y en su versión menos culta: las tertulias televisivas. ¡Cómo no va a ser de derechas si hasta a los toreros se les llama diestros!
Está tardando Santiago Abascal en nombrar miembro honorífico de su partido a Melchor Rodríguez, último alcalde de Madrid en la II República, sindicalista, anarquista y además torero. O sea, que debió de ser un facha de narices. Que se apresure a reclamar en sus mítines la presencia de artistas que, siguiendo los pasos de Picasso, Bergamín o Hemingway, presumen de su afición a la tauromaquia: Joaquín Sabina, Pedro Almodóvar, Paz Vega, Juan Echanove, Andrés Calamaro… ¡Todos fachas peligrosos! Los hay, incluso infiltrados en otros partidos, como el secretario general del Partido Socialista de Euskadi en Guipúzcoa, Eneko Andueza, autor del libro Los toros desde la izquierda, quien asegura que su abuelo le inculcó los valores socialistas y la afición por los toros. Intolerable. ¡Y encima vasco! Tan vasco como Jon Idígoras, dirigente de Herri Batasuna, hija de ETA y madre de Bildu, que además fue banderillero. Está claro, los toros son propios de fachas españolistas. Entre estos últimos, Lluis Companys, presidente de Catalunya en la República y símbolo del independentismo actual, que, amén de aficionado a los toros, presidió varias corridas en la Plaza de Barcelona durante la Guerra Civil en las que la banda de música interpretaba Els segadors, el Himno de Riego y La internacional, himnos más de derechas que el pasodoble Suspiros de España.
“Creo que los toros es la fiesta más culta que hay en el mundo” dijo Federico García Lorca, autor del célebre poema Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, torero muerto en la plaza de Manzanares con quien llegó a torear Rafael Alberti, otro facha militante del Partido Comunista. Paradójicamente Lorca, murió asesinado por los franquistas en una plaza de toros junto a dos banderilleros, también por su militancia de izquierdas. Hoy, serían tachados de fachas. Es el nuevo orden de las cosas. A ver lo que tarda la izquierda en el Ayuntamiento de Pamplona en echarle dos cojones y prohibir los sanfermines.
