Un candidato inteligente va a un debate serio, no a una encerrona. Y un debate con Xabier Fortes es una encerrona. De todos modos, tampoco debería quejarse el PP, porque ellos no movieron un dedo para que el candidato de Vox no resultara excluido del debate de la TVG en el que sí participaron Podemos y Sumar.
A tres días de las elecciones, la nueva estrategia sanchista para intentar asaltar el poder en Galicia pasa por TVE y por uno de sus más fieles agentes, Fortes. A la hora en que escribo, Rueda ha dicho que no acudirá al debate de la noche del miércoles, entre otras razones porque la parcialidad del moderador Fortes supera incluso a la de Besteiro y Pontón juntos.
TVE podría haber consensuado un moderador imparcial, pero en La Moncloa están encantados con el debate a dos bandas. De hecho, Fortes ha tocado ya la campana en La Hora de La 1: “Vamos a ver que, si hay alternativa a estos 16 años de gobiernos de mayoría absoluta del Partido Popular, es con estos dos candidatos que vamos a tener. Esa es la novedad”. El presentador pretende “dar dinamismo” durante el debate “para que al mismo tiempo que se crucen (Pontón y Besteiro), puedan contraponer ideas y supongo que derivarán en una lluvia de datos”.
Pontón y Besteiro no pueden contraponer ninguna idea porque el BNG y el PSOE son partidos intercambiables. Sin haberlo visto aún, vaticino que la lluvia de datos que alienta Fortes terminará derivando en una tormenta de calumnias sobre Feijoo, Rueda, Abascal y, probablemente, Franco, si atendemos a la línea seguida por los ideólogos monclovitas en los últimos debates.
Lo malo es que nadie podrá preguntarle a Pontón en TVE, por ejemplo, si duerme bien teniendo entre los asesores del BNG en Europa a un condenado etarra. También sería interesante pedirle explicaciones por su idea de expulsar de Galicia a la Policía Nacional, pero es obvio que Besteiro, del partido que ha humillado y vendido, a beneficio del narco, a los guardias civiles de Barbate hace menos de una semana, no está en condiciones de ponerse del lado de los custodios de la ley y la libertad. Ante la duda, recordemos la orden por la que no ha dimitido nadie: “Meteos en el agua y que os vean”; porque la zodiac con la que los dotó el ministerio de Marlaska no servía para nada más que eso.
