Opinión

Guerra, muertos, heridos, desplazados…

Guerras las hubo siempre, posiblemente hasta la Segunda Guerra Mundial, y de forma consciente, la lucha era entre ejércitos, salvo algunas excepciones. La sangrienta guerra de los años 40 del siglo pasado marcó la ruptura de lo que se consideraba no correcto; con la aviación se atacaron ciudades, sin respetar hospitales, colegios… Lo iniciaron los nazis, al final fueron todos. La guerra en Alemania destruyó ciudades, y lo último fue las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki. Todas siguieron este sistema, visto por TV en la guerra de Vietnam.

El siglo XXI ha cambiado el sistema, no se trata de destruir sólo ejércitos. Por el impacto audiovisual se ataca indiscriminado a civiles, no importan hospitales, colegios, centros de ancianos; en ocasiones se hace para amedrentar. Son maestros en ataques de falsa bandera, manejando la propaganda magistralmente para que bobos y buenistas occidentales la traguen. No excluyo imágenes preparadas para las TV mundiales. Así consiguen que se unan a manifestaciones personas que están en contra de todas las masacres, sean de menores, ancianos, con deficiencias físicas y normales. Las nuevas tecnologías como inteligencia artificial (IA), redes sociales... se añaden y crean confusión entre la realidad y lo que debe ser conocido en el mundo. No son sólo los medios de masas (periódicos en papel o digitales, TV, radio e internet) los que contribuyen a que las “fakes” (noticias falsas) se extiendan y las personas las tomen como ciertas. No debemos olvidar que actualmente existen 34 conflictos armados y 95 focos de tensión en el mundo, siendo muchos millones los que están sufriendo y cientos de miles desplazados de sus hogares.

La atención va de una guerra en Ucrania a otra en la Franja de Gaza. Muy duro lo que está pasando, las imágenes que nos dan, ciertas, dudosas y falsas, son estremecedoras; no lo son menos las de los otros conflictos, y las de los que se ven forzados a dejar su país. Occidente, conjuntamente con las grandes potencias, tienen que reaccionar y luchar verdaderamente por lo que dicen en muchos discursos: la paz. Tenemos todos que conseguirla, basta de enfrentamientos, sea cual sea la causa, tendríamos que hacer lo que esté en nuestras manos, sin enfrentarnos. Hagamos reales las palabras de Jesús en Jn 14:27: “La paz os dejo, mi paz os doy”.

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