Opinión

Plan hidrológico

Las decisiones “ideológicas” y los “caprichos” de algunos políticos para ganar elecciones, tales como la derogación del Plan Hidrológico Nacional de 2001 que conectaba todas las cuencas españolas, el cierre de centrales nucleares siendo deficitarios en producción de energía o la destrucción de pantanos y embalses “porque se hicieron durante el franquismo” y para dar gusto a colectivos ecologistas que quieren recuperar la integridad del curso de los ríos, nos llevan a la ruina. ¿Buscada?, quiero ser biempensante y decir que no, mas lo que está sucediendo en muchos lugares de España induce a pensar que hay al menos otras prioridades antes de que el agua llegue a todas partes. ¿Por qué con tanta agua en los Pirineos y en todos los ríos afluentes o no del Ebro, Cataluña está sin agua? En las Tablas de Daimiel (Ciudad Real) -con datos al 9-2-2024-, de las 1.759 Ha sólo el 11,71% está encharcado. Doñana, todos sabemos que tras decenas de años abriendo pozos, legales e ilegales, está al borde del colapso, hasta el punto de que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ha decidido su suspensión de la prestigiosa Lista Verde. Junta de Andalucía y Gobierno buscan medidas que mejoren el parque lo más rápidamente posible.

Los estudios, hay varios, están hechos; la construcción de las conexiones entre confederaciones hidrográficas no es problema. Mucho más difícil fue la construcción de tuberías que llevasen el gas a prácticamente todos los lugares de la península y está hecho, con el mismo empuje se puede hacer el plan de conexiones que lleve el agua desde donde sobra a donde es necesaria, sería otro paso para evitar el abandono de los pueblos, un acicate más para los sectores agrícolas y ganaderos. Si a eso le añadimos la creación de energía con centrales de biomasa, incluida la generada por los humanos al defecar u orinar, con unas buenas depuradoras, recogiendo esa biomasa que también puede generar energía en centrales que ya están funcionando, daríamos otro paso más, generando puestos de trabajo, evitando la mayoría de los incendios, repoblando la España vaciada, pudiendo superar las sequías pertinaces, que las tenemos cada 20-40 años, siendo estas las más duras. Recordemos años 1950, 1990, 2020. Sabemos que, del agua de los ríos, sólo se precisa el 40%.

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