Opinión

Calle desengaño

Imagen de Alba Fernández
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SÁBADO, 24 DE FEBRERO

Ojalá estuvieses allí. Qué noche más hermosa en la ciudad. En los corrillos se decía “Vendrá muy cascado Micky, el viejo Micky, el chico de la armónica”. Ya sabes, invitado por este periódico estuvo en la discoteca Luxus. Alguna vez escribí “Cuanto más viejo más rebelde”, el grito del gran Albert Camus, también es el suyo.

Te cuento, un lujo, primero Micky acompañado de una banda contundente y después pincharían dos leyendas de la música española. Ay, El Pirata que todas las madrugadas con su programa de Rock FM, ‘El Pirata y su Banda’, despierta a más de un largo millón de fieles oyentes con su verbo cálido y el rock más auténtico del globo. Qué pena, un leve resfriado le impidió alegrarnos más la noche.

Qué barbaridad, estaba allí otra leyenda que lleva desde los años setenta apoyando el rock. El propio Mariskal Romero. Comenzó a pinchar con ‘Black is black’ de Los Bravos. No hubo tregua, nadie dejó de bailar. Pura historia, creador de Chapa Discos donde cobijó a las primeras bandas que nacían en los barrios de Madrid. Creó la mítica revista ‘Heavy Rock’ que todavía dirige con pasión.

Vaya banda que se traía Micky, ‘Los Colosos del Ritmo’, músicos curtidos que se entregaron al límite. Micky cumple ochenta años ¿y qué? Por ahí anda toda su generación, hasta los Stones en la carretera. El madrileño tuvo la suerte de vivir muchos años en el extranjero. Allí se empapó de rock and roll. Qué vida interesante. Nos quedamos boquiabiertos cuando contó que su padre, diplomático, fue embajador de España en el Berlín de Hitler desde mediados los treinta hasta el 43, allá cuando los Panzer alemanes miraban hacia Stalingrado.

A algunos músicos les gusta la familia numerosa, Santiago Auserón tiene ocho hijos. Pues Miguel Ángel Carreño Schmelter, Micky, le iguala.

DÍA SIGUIENTE:

DOMINGO, 25 DE FEBRERO

Te contaré cómo nace una canción. La cena fue copiosa y llena de historias. Cuando me tocó mi turno, rescaté una historia de los viejos años setenta. Todavía eran ‘Micky y Los Tonys’. Te cuento. En el 73 era amigo de algunos músicos de su banda. No voy a decir el nombre del colega con que me encontré en el barrio de Malasaña. Recorrimos garitos de buena música. Ya nos despedíamos cuando me espeta: “Tengo billetes en el bolsillo, acabo de cobrar de la Sociedad de Autores. La noche no se acaba aquí. Vámonos de putas”. Dimos con nuestros huesos en la calle Desengaño, entonces una calle canalla con trileros, fulanos de mirada torva y mujeres nacionales ya maduras.

De pronto, nos dimos de bruces con una mujer ya mayor y de poderoso físico. Cielo santo, jamás vi cosa igual. Tenía unos pechos más que poderosos, inmensos. Hay que joderse, era gallega, de Betanzos. “Venga, neniños, subid los dos juntos y os cobro como si fueseis uno”. Nos atrapó su dulzura galaica. Allá subimos por escaleras de madera crujientes. Recuerdo que la habitación tenía una virgen de Fátima. Así fue. Cada uno se agarró a su seno mientras ella nos decía “Veña, rapaciños”.

(Así que esto lo conté en la cena. Termino, y de pronto Micky me dice con entusiasmo: “Amigo letrista, escribe esa historia que viviste con mi colega de la época de Micky y los Tonys. Será fantástica, ponle un buen estribillo, la titularemos ‘Calle desengaño’ y seguro que haremos algo así como ‘La Puerta de Alcalá”. El Pirata, Mariskal, todos los que estaban allí aplaudieron la idea.

Por supuesto, acepté el desafío. Estoy en ello).

DOMINGO, 25 DE FEBRERO

Ahora que nos rondan los ‘idus de marzo’, asoman los poetas. José Lameiras presenta ‘En el frío de la navaja’ editado por Cuadranta. Un poemario que lleva sus señas de identidad. Sus poemas son breves, certeros como la flecha. Cómo te diría, pedradas al alma en esta letal incertidumbre.

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