Opinión

Opinión | Nombres propios

Pues resulta que sí hay deportista de nivel. Mejor dicho, sigue habiendo. Porque el baloncesto ourensano es un vivero fértil y prolífico. Jugadores, jugadoras, árbitros o entrenadores. Profesionales o que despuntan en la base. Ellos y ellas. Hay nombres propios con los que es obligatorio ilusionarse. Ourense no anda sobrada de élite precisamente. Patito feo en muchos aspectos, tiene motivos para sacar pecho en el básket. Y eso que las condiciones no siempre son sencillas. Que se cometieron errores (¡Ay aquellos equipos femeninos!). Pero aún así hay están los resultados. Un deporte que está grabado a fuego en la identidad de la ciudad y la provincia. Que siempre tiene semillas que germinan y salen para delante. Una época buena que anima a seguir trabajando. Contra todo y contra todos sin es necesario. Aquí hay presente y futuro.

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