La gestión del COB esta temporada y el coste deportivo, social y económico que pueda suponer necesitará de una explicación larga y detallada al acabar la liga. La “llegada” al Consejo de Administración de dos expresidentes como Camilo Álvarez y Roberto Fernández Añel y el “regreso” del empresario Eulogio Ozón han sido claves para mantener con vida un proyecto mucho más tocado de lo que ya de por sí parece.
Ellos han cogido las riendas de un club cuyo presidente, Eduardo Villar, ha pagado la inexperiencia en el cargo y la situación de inestabilidad del proyecto inicial.
No van a escatimar en horas de trabajo y en dedicación para salvar un proyecto al que ahora le sobran las dudas y los miedos y al que van a tratar, de toda las formas posibles, de ponerle cordura y liderazgo en las oficinas y en la cancha para reconducirlo.
Camilo Álvarez no presumió nunca ni presume de fichajes, los hace. Ahora sí que vuelve Jhornan Zamora a Ourense y al COB y regresa tras una gestión personal suya. Y no será la última para salvar al COB, como sea.
