Opinión

El COB, un equipo que se ha dejado llevar demasiadas veces

Andorra-COB.
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El vídeo de “highlights” que utilizarán sus agentes al final de temporada dejará en buen lugar a todos los jugadores del COB, sin excepción. Todos han tenido momentos brillantes y hasta sobresalientes, pero como equipo no han funcionado. Y no lo han hecho porque las piezas no han encajado nunca. Han dejado detallazos de calidad porque todos son capaces de ello, ni uno solo no tendría plaza en la LEB Oro con uno u otro rol.

En un videojuego de mánagers seguro que incluso estaría entre lo buenos de la liga el equipo ourensano, pero en el baloncesto real penaliza. Después de 32 jornadas ya no sorprende y tampoco decepciona. Es el COB que es.

Capaz de reventar al Alicante con solo un cuarto bueno, de ponerse de quiero y dominar sin discusión al Valladolid o de creérselo y ganar en San Sebastián o al Burgos en el Pazo. Con nivel para mantener a raya a sus rivales directos y ganar 7 de las 12 “finales”. Y con eso fue suficiente para certificar la permanencia y hacerlo sobrándole dos jornadas. Para firmar el expediente y sacar el aprobado.

Pero este COB también ha sido capaz de perpetrar partidos inaceptables en Burgos o ayer en Andorra, de descomponerse en algún momento de la temporada por falta de consistencia y obligar a remendarlo en el banquillo y en casi todas las posiciones para evitar males mayores. Salvado y aprobado, pero con Félix Alonso, Jhornan Zamora, Txemi Urtasun y Kut Kuath al rescate.

Se ha dejado llevar muchas veces y con la liga asentándolo en la posición que le tocaba, pero sin capacidad nunca para reivindicarse y aspirar a algo más de lo que podría.  Ha cumplido con su afición, pero no ha enganchado a un Pazo que, tras el ascenso, se ha conformado con muy poco. 

El viernes acaba la liga y le tocará al COB empezar a construir un equipo mejor, aunque sea con jugadores con menos calidad, menos “nombre” o menos riesgo. Con mejor criterio para que las piezas encajen.

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